Capítulo especial

618 99 6
                                    

Las tutorías eran los viernes y martes despues de clases y comenzaban esta semana y hoy es viernes, lo que significa que hoy debo ser tutora de InuYasha y todavía no soy capaz de entrar a la escuela, creo que moriré, no se si sea capaz de hablar, estar tan cerca de él y solos, es algo que ni en mis sueños más locos pude imaginar.

Respiré profundo unas tres veces y cuando me disponía a entrar, escuché una voz que me tenía loca.

—¡Hey Kagome!— sonrío InuYasha— hoy serás mi maestra, así que nos vemos en la biblioteca después de clases.

¡Reacciona estúpida!

—Nunca me gusto esto de tener tutora pero ahora me encanta— sonrió él—más aún porque te tendré vigilada y desde cerca— me dio unas palmadas en la espalda y se fue.

Que idiota soy, no hice nada, ni siquiera le dije hola, pero él me estaba incomodando mucho.

—¡Idiota!— grité ahora que ya no estaba.

La idea de estar sola con el, me emocionaba y a la vez me aterraba, por ningún motivo debía permitir que se enterara de quien soy yo en realidad.

(...)

Las clases transcurrieron Lentamente, estaba sumamente nerviosa por estar con InuYasha a solas pero al mismo tiempo estaba ansiosa, tenerlo cerca, significaba conocerlo más que él me notará pero estar así podía dejarme en evidencia.

—Niña— escuché tras de mi— si tú, la tutorcita.

Oh por dios.

—Mantente alejada de InuYasha, limítate a hacer solamente las clases— me miró despectivamente— no debo preocuparme por alguien insignificante como tu, pero aun así, estas advertida niña.

Kikyo se alejó con una sonrisa irónica, que de solo verla quería golpearla.

¿Algo más para empeorar las cosas?

Imposible.

Voy a esperar a que terminen las clases para disfrutar a InuYasha y así poner muy celosa a esa idiota de Kikyo.

Cartas a mi amor imposible Where stories live. Discover now