𝟬𝟬𝟴 reunited

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      ─Lo entendió, Cassie—, intervino Jacob de repente —. Está bien. No hay necesidad de decirle esas cosas.

      ─Esto no te incluye, Jacob—, bufó la castaña antes de volver a caminar en dirección al bosque —. Te veo en casa, Bella. No tengas más "ideas divertidas", o te golpearé—, advirtió antes de entrar al bosque y utilizar su velocidad vampírica para llegar a casa. Se hubiera quedado con Bella y Jacob, si no fuera porque no quería lidiar con un cachorro enamorado con problemas de ira. Su día había sido tranquilo, mirando dibujos animados hasta que tuvo el sentimiento de que Bella estaba en problemas.

      Cuando la castaña giró en la calle en dirección a su hogar, pudo sentir que había algo diferente. Sus ojos se posaron en el Mercedes negro estacionado en la calle de en frente, Cassadee frunció el ceño al percatarse que era el auto de Carlisle.  No tenía idea por qué él, o cualquiera de los Cullen-Hale, vendrían a su hogar. Caminó hasta la puerta delantera, siendo cautelosa por si se tratara de alguna clase de truco (lo que no era tan paranoico considerando que Victoria había vuelto).

      ─ ¡Oh, por Dios!—, jadeó Cassadee cuando chocó contra un cuerpo apenas entró en la casa —. ¿Alice?—, preguntó antes de prender las luces —. ¿Qué diablos haces aquí? ¿Y por qué mierda estás parada justo frente a la puerta?

      ─ ¿Qué estoy haciendo aquí?—, repitió Alice, confundida —. ¿Qué estás tú haciendo aquí? ¡Te vi morir!—, exclamó, antes de abrazar fuertemente a la neófita —. ¡Estoy tan agradecida de que no estés muerta!

      Cassadee estaba muy sorprendida por su revelación como para reaccionar inmediatamente. Le tomó un par de segundos el devolverle el abrazo a la vampira —. Bueno, obviamente no estoy muerta. No en ese sentido, por lo menos.

      ─ ¿Cómo no vi que te convertiste?—, mencionó Alice cuando se separaron.

      ─ ¿Cómo diablos voy a saber eso?—, recriminó Cassadee —. Sufrí un ataque de pánico y lo próximo que supe fue que era un vampiro.

      La confusión del rostro de Alice no se fue mientras observaba a Cassadee —. Como sea, es bueno saber que convertirte en vampiro mejoró tu gusto de ropa—, sonrió, mirando su falda con aprobación —. Aunque parece que no puedes vivir sin una franela—, hizo una mueca ante la prenda gris.

      ─Oye, nunca he tenido mal gusto—, se defendió Cassadee —. ¡Y no insultes la franela!

      ─Solo digo que hay más remeras que franelas—, Alice se encogió de hombros. Cassadee cruzó los brazos sobre su pecho, la vampira acababa de ofender a su niña interior.

      ─ ¿Hay alguna razón en particular por la que estés insultando mis franelas?

      ─ ¿No sabes sobre Bella?—, cuestionó Alice, volviéndose seria de repente y sus ojos con pena.

      ─Sé que casi me dio un paro cardíaco hoy temprano, si es que es posible—, asintió Cassadee antes de escuchar una camioneta estacionar. Bella y Jacob bajaron de ella, y la neófita los ignoró.

      ─Lo siento tanto, ella--, comenzó cuando la puerta se abrió, dejando ver a la Swan menor.

      ─Oh, mira, la adicta a la adrenalina volvió—, saludó Cassadee a su hermana, lo que provocó que Bella rodara los ojos. Cuando ella terminó de entrar y vio a Alice, se sorprendió tanto como Cassadee lo había hecho en su momento.

      ─ ¿Te gustaría explicarme cómo estás viva?—, cuestionó Alice, sorprendida.

      ─ ¿Qué?—, hablaron las mellizas en unisono.

²UNSTEADYWhere stories live. Discover now