Capitulo 38

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Me encontraba en casa de Steff, después de que Harry saliera y yo llorara durante unos minutos, Louis había sugerido que pasara un rato entre chicas, por lo que la casa de Steff fue el punto de encuentro.
Podía ver los intentos de mis tres amigas y mi prima por subir mis ánimos, pero mi sonrisa no era del todo sincera, quizás este exagerando los hechos, pero nadie sabe realmente como me siento, aun cuando narro mi historia nadie logra comprenderlo.
Yo esperaba un abrazo, un “todo estará bien” departe de Harry, no su espalda y cero palabras. Cada quien tiene su forma de reaccionar, pero la reacción de Harry solo me hizo sentir peor, porque me hizo sentir que el no sentía nada.
Baje hacia la cocina con aquella excusa de tener sed, pero lo cierto es que me senté en una de las sillas de la mesa mientras miraba fijamente el vaso lleno de agua, en una expresión ausente.
Evaluemos la situación, cuando tenia ocho años mis padres se separaron por << diferencias irreconciliables>>, solo duraron nueve años de matrimonio en el que encontraron que no podían coexistir en un mismo sitio, o quizás fue que ninguno de los dos tenía tiempo para amarse.
Desde entonces me di cuenta que los cuentos de hadas no existen, de que las princesas de verdad solo llevan corona y son animadas, porque en la vida real las princesas ya no existen, quizás por la escases de príncipes, o por la carencia de un amor verdadero.
La última vez que leí sobre el divorcio salía que cada vez era menos lo que las personas duraban juntas, era una leve señal de que las personas fácilmente estaban dejando de creer en el amor.
Desde mis ocho años paso mas tiempo entre las personas de servicio y clases particulares, era como si quisieran agotar todas mis baterías para que cuando ellos tengan un tiempo libre yo no pudiera hacer nada, es decir, clases de piano, karate, danza, ajedrez, actuación, astronomía, gastronomía, entre otras muchas actividades que no recuerdo, solo eran excusas para que yo no estorbara, eran excusas disfrazadas con un: lo hacemos por tu bien, queremos que de mayor seas una mujer completa.
¡Basura!, eso es lo que son sus palabras, basuras que contaminan las calles de mi mente y corazón, es increíble que las personas que mas deberían amarme sean los que causen mis lagrimas.
Yo no amo a mis padres por que lo sean, los amo porque es un sentimiento que desde pequeña ha ido creciendo, es decir, estoy muy orgullosa de ellos, los admiro, papa con su empresa y mama alta ejecutiva, han llegado a donde han querido, me han demostrado que lo que uno se propone fácilmente se puede lograr, simplemente yo amaba a mis padres, y ahora que lo analizaba una pequeña parte de mi extrañaba verlos, aunque solo los viera para discutir o por cuestión de dinero, puesto que siempre estaban ocupados, disfrutaba esos cinco minutos de regaño solo por estar junto a ellos.
La cosa es que vivía con mama en lo que antes era nuestra casa familiar y los fines de semana y días festivos se supone que los pasaba con papa.
- ¡bu!- dijo una voz masculina a mis espalda, haciéndome dar un brinquito del susto
- ¡Jeremy! ¡me has asustado!
- Esa era la idea- se burlo Jeremy regalándome una bonita sonrisa- ¿porque tan triste?
- Me voy en cuatro días- anuncie
Jeremy no dio mueca de sorpresa, en realidad esbozo una sonrisa que casi me pareció burlona.
- ¿y?- me pregunto
- ¿Cómo que ¿y??- pregunte indignada
- Me refiero a que ¿que haces aquí desperdiciando tu tiempo hablando y lamentándote cuando podrías disfrutar en cuatro días muchas cosas?
Me lo pensé, Jeremy tenía razón, yo estoy aquí planteándome todas estas preguntas confusas y relatando mi vida cuando podía aprovechar del día, o cabe tal vez decir: noche.
Sonreí realmente por primera vez en muchas horas mientras tomaba el vaso de agua y besaba la mejilla de Jeremy con cariño.
- Dile a tu prima y a esas locas que yo Salí- pedí
- Por supuesto, suerte María- dijo Jeremy sonriéndome
Sin abrigo, sin cartera y dinero me dirigí a la puerta, la abrí y me tope de frente con aquellos ojos verdes con destellos que aun no descifraba si eran azules o grises, la cosa es que sus ojos verdes eran preciosos, ambos sonreímos, quizás el con un poco mas de vergüenza.
No quería perder tiempo, por lo que di dos pasos hacia él y tomando el cuello de su abrigo acerque sus labios a los míos.
El entreabrió sus labios dejando que su aliento cálido se mezclara con el mío y que su lengua y la mía comenzaran a danzar.
Sus manos se enredaron en mi pelo, mientras sus labios atrapan mi labio superior con necesidad y quizás una chispa de pasión.
- ¡son una pareja preciosa!- escuche la voz de Alba
Separe mis labios de los de Harry mientras recargaba mi frente sobre la de él, ambos sonreímos, él entrelazo nuestros dedos mientras besaba los nudillos de mi mano entre la suya, me volteé y ahí se encontraba mis tres amigas y mi prima, sonriéndonos, como si aquello fuera la función de alguna obra.
- Ve con él – me alentó Ly
- Le diré a mi tía que nos quedaremos aquí, un pequeño secreto- me informo Oli con una sonrisa
- Dejare las llaves por aquí cerca- finalizo Steff
Es que tenía amigas maravillosas, voltee mi mirada hacia la de Harry quien me sonrió y beso mis labios cortamente con ternura.
- Ya las escuchaste, esta noche eres solo mía- dijo apretando mi mano con mas fuerza
Me despedí de las chicas con una seña mientras subía al coche de Harry, apenas el subió y las puertas se cerraron, sentí una extraña electricidad recorrer el ambiente.
Mi corazón estaba latiendo desenfrenadamente mientras comenzaba a sentir calor, vi de reojo a Harry, quien mantenía la mirada fija en las calles solitarias de Londres, mordí mi labio inferior, me tomo unos segundos saber que lo que estaba sintiendo era deseo, deseo hacia Harry.
Cuando vi las calles solitarias, el calor comenzó a crecer mientras mi corazón latía con más fuerzas, comencé a temer que pudiera darme un ataque de taquicardia.
- ¡detén el coche!- pedí en una orden
Harry se sobresalto mientras aparcaba el coche en un costado de la acera, la calle se encontraba sola y la neblina la cubría, observe como el vapor se condensaba en las ventanas de vidrio polarizado del coche, ventanas que estaba cubiertas por papel ahumado, ventanas que no dejaban ver nada hacia afuera, sonreí.
- ¿Qué sucede? ¿Por qué me has hecho detenerme?- pregunto Harry preocupado
Yo simplemente me dedique a retirar mi cinturón de seguridad, lo cual se me hizo dificultoso, como pude me situé sobre Harry y sin pudor alguno comencé a esparcir besos por su cuello.
- ¡oh! Con que de esto se trataba- dijo Harry de manera divertida- si supieras que yo estaba deseando lo mismo- dijo con picardía ahora acariciando mi espalda- porque yo te deseo- susurro en mi oído
Todo en mi ser se despertó, mis hormonas salieron al aire, mientras el calor crecía y la electricidad recorría mi cuerpo.
- Demuéstralo- susurre yo ahora mirandolo a los ojos- demuestra cuanto me deseas
- ¿aquí?, ¿en el coche?- pregunto sin perder la sonrisa deslizando sus manos por mis piernas
- ¿Por qué no?, no hay nadie, no se ve, solo somos tu y yo, solo basta eso
- ¿sabes que te amo?- pregunto besando mis labios lentamente
- Lo se, y porque me amas y te amo quiero ser tuya ahora
- No puedo decirle que no a la mujer que amo- se excuso el besando mi cuello entusiasmado por lo que comenzaba
- O no puedes reprimir tus deseos- bromee
Sin embargo el callo mis palabras con un beso que desprendía deseo, mis manos se adentraron a su cabellera rizada, esa cabellera repleta de rulos que a mi tanto me encantaban, sus besos comenzaron a descender desde mi barbilla hasta mi cuello, reclino un poco el asiento hacia atrás, para tener algo mas de comodidad, me reí al ver como pegaba la cabeza del techo al bajar el asiento, pero nuevamente el callo mi risa con un beso mientras sus manos se adentraban dentro de mi camisa, camisa que se encargo de retirar de mi cuerpo segundos después, el sujetador de color azul quedo a la vista, mientras yo retiraba su camisa.
Pocos minutos después, el se encontraba sin camisa y con los pantalones tanto como bóxer a la altura de sus tobillos, mientras que a mi me cubría mi sujetador azul y pues hacia abajo ya no había nada que me cubriera.
Cada tacto de su piel desnuda con la mía hacia que la chispa, ese fuego creciera, y que esa pasión se reflejara más en nuestros ojos.
Entrelazo ambas manos con las mías junto a sus dedos, mientras de manera lenta me deslizaba haciéndonos uno solo, en aquel momento en que las dos piezas del rompecabezas se unieron ambos soltamos un gemido, me tomo dos segundos darme cuenta de que esta vez yo tenía el control, que estaba vez yo era la encargada de darnos placer a ambos.
Y eso fue lo que hice, darnos placer a ambos, consumir esa pasión y amor que ardía en deseo desde lo mas profundo de nuestro ser, en ningún momento nuestras manos se soltaron, en ningún momento nuestros ojos perdieron en contacto, en ningún momento los ojos de alguno dejo de brillar.
Él esbozo esa sonrisa ladeada que tanto lograba hacerme derretir, solo que esta vez el calor interno y placentero era tan intenso, que nada podía derretirme, sin embargo esa sonrisa era una motivación, una aporte de arena, para hacerme sentir cada vez mas cerca del cielo.
Sus ojos brillaron aun mas mientras sus labios comenzaban a temblar, y me di cuenta que en ese momento ambos habíamos caído al abismo, y una vez mas habíamos sentido fuegos artificiales explotar.
Con la respiración entre cortada y jadeos escondí mi rostro entre su cuello, tratando de recuperar la respiración.
En ese momento fue cuando me di cuenta de lo complicado que hubiese sido si alguien nos hubiese visto, pero aquel detalle me hiso sonreír, luego sin previo aviso una lagrima escapo de mis ojos.
- ¿sabes que el hecho de que te vallas en cuatro días no implica que sea el final de esto?, ¿verdad?- pregunto finalmente al sentir humedad en su cuello, producto de mis lagrimas
- No lo se, no lo se
- Todo estará bien- me aseguro besando mi frente
Entonces esas palabras lograron hacerme sentir bien, lograron que el sentimiento de tristeza se fuera por ahora, me vio y sonrió con picardía.
- Eres una chica pizza muy traviesa, mira que me has seducido y me has hecho caer, ¡he terminado haciéndolo en un coche! ¡en el coche de Louis!
- Ahora disfrutaras mas de tus paseos con Louis- me burle riendo haciéndolo reír
- Ahora vistámonos, y vallamos por algo de comer, tengo hambre
- Claro chico rulos
- ¿removiendo el pasado?- me pregunto mientras yo comenzaba a vestirme con dificultad por el espacio
- Tu sacaste a relucir <<chica pizza>>, era mi deber sacar a relucir <<chico rulos>>
Rio mientras comenzaba a subir su bóxer y pantalón y yo continuaba vistiéndome, finalmente algo desarreglado, retomamos el camino, entre bromas y conversaciones basadas en temas triviales.
Después de dar tantas vueltas finalmente nos encontrábamos en el London Eyes, tal cual la primera vez mis ojos observaban todo con admiración, solo que esta vez la vista de noche era muchísimo mas hermosa; sentí una mano deslizándose por el bolsillo delantero de mi pantalón, luego sentí los labios de Harry hacer presión en mi mejilla.
- Sonríe- murmuro
Desconcertada sonreí viéndolo de reojo para luego sentir un flash, al ver al frente vi como volteaba mi celular- la razón por la que metió su mano en mi bolsillo- y miraba con una sonrisa la fotografía.
- No teníamos ninguna juntos, o no de la manera en la que estamos- me indico él devolviendo mi celular a su sitio y envolviendo con sus brazos mi cintura, pegando su espalda a mi pecho
- ¿en que manera estamos?- pregunte colocando mis manos sobre las suyas
Lo escuche reír, mientras su aliento chocaba en mi oreja, luego sentí sus labios presionar suavemente sobre mi mejilla.
- ¿no sabes de que manera estamos?- me pregunto divertido
Negué con mi cabeza mientras sentía como su pecho se apegaba más a mi espalda.
- Enamorados- dijo finalmente
Sonreí mientras me daba la vuelta, rodee con mis brazos su cintura, él me sonrió, entonces bese suavemente sus labios.
- La mejor foto que una fan podría tener con Harry Styles, definitivamente es la mía- dije sonriendo junto a él
¿Cómo rayos iba a renunciar a estar con él en tan solo cuatro días?, si alguien tiene la respuesta, por favor dígamela.
Quería aferrarme a la idea de que todo era como un principio, donde solo éramos chica pizza y chico rulos.

The perfect guy h.s. |ADAPTADA|Where stories live. Discover now