Llevaba una semana en Londres, había conocido varios lugares y comenzaba a adaptarme al frio, el día anterior había comprado boletos para un concierto de Mcfly, por lo que estaba muy contenta.
Sin embargo pasaba la mayor parte del tiempo sola, debido a que Camile era enfermera y su horario de trabajo era muy pesado. Y ahí estaba yo sentada en medio de la sala con la laptop en mis piernas navegando por las redes sociales.
Me encontraba en Twitter conversando con unas cuantas amigas y compartiendo mis pensamientos, cuando lo que pareció ser un sueño apareció escrito: “Firma de autógrafos de One direction”. Pegué un grito emocionada, comencé a averiguar todo lo necesario, pero entonces el miedo me invadió, ¿Qué les diría? No quería parecer una fan desquiciada porque, yo, no era esa clase de fan. No era de las que soñaba con casarse con ellos, si no de las que soñaba con conocerlos y tener una buena charla sobre lo talentosos que son y uno que otro tema trivial.
Las dudas estaban abordando mi cabeza, entonces recordé: ¿A que venia yo a Londres? A disfrutar y explorar aventuras, no a ser una cobarde que tenía miedo a conocer una de sus bandas favoritas. Esa no era yo, yo era la chica extrovertida, decidida y aventurera, no la cobarde, tímida y aburrida. Con esos pensamientos me dirigí a la ducha para echarme lo que seria un baño que me relajara.
Con la toalla cubriendo mi cuerpo, escogí mi vestimenta:
Unos jeans color rojo con un suéter de rayas de colores y fondo blanco, unos tradicionales converse blancos, con un abrigo color crema, mi cabello lo deje húmedo, mientras me aplique un poco de brillo labial, y lista, no me veía mal.
Entonces, cuando me dirigía hacía la puerta recordé algo, ¡se suponía que ellos me autografiarían! No tenia nada, ni una miserable revista, todo lo tenia en España. Cuarto error, ¿Por qué soy tan despistada? ¿Por qué estas cosas me pasan a mí?
Trate de tranquilizarme, luego de darle vueltas y vueltas al asunto opte por ir y solo verlos, con eso me conformaría, ya abrían mas oportunidades…
El lugar en el que se realizaría la firma de autógrafos era un centro comercial, no muy lejano por lo que camine hasta el lugar. Observaba todo a mí alrededor, me gustaba mucho Londres, estaba fascinada, lo único que no me agradaba era el tráfico y las pocas veces que el sol salía.
Al llegar al centro comercial, era de esperarse lo que mis ojos observaban; una fila con Directioners esperando su turno. Yo solo quería velos, por lo que me parecía estúpido esperar esa gran fila para solo observarlos, por lo que entre al centro comercial como cualquier otra persona normal. Pero aun así no podía verlos, las fans los tapaban, bufe, ¿era tan difícil?
Intentaba por cualquier ángulo pero no lograba nada, excepto que me empujaran, mientras promotores pasaban dando volantes que ni importancia le daba, cada vez estaba mas cerca, pero seguía sin ver nada, entonces comenzaron a empujar…
- ¡oye!- me queje- me estas lastimando
Mis quejas al parecer no importaban, iba de espaldas mientras me empujaban, una chica con unos tacones me piso fuertemente, por lo que grite…
- ¿Es que estas loca?- pregunte- ¿Cómo vienes a una firma de autógrafos con tacones?
- Deja de quejarte, y que te firmen de una vez, que después voy yo- me dijo de mala manera la chica
- ¿ Qué me firmen?- pregunte atónita
- ¡hey! Deja de atrasar la fila- me indico uno de seguridad
Me voltee y mi corazón casi quiso salir de su pecho, ahí estaban los ¡cinco! Los cinco estaban ahí frente a mis ojos sonriendo, mi boca estaba en forma de “O”, todo pasaba en cámara lenta. Los vi desde el otro extremo de la mesa, Louis con una sonrisa y agitándome su mano en forma de saludo aunque se encontraba al final, Niall conversaba con Liam, Zayn me sonreía y Harry tenía enarcada una de sus cejas ¡eran hermosos! Y estaban frente a mí…
