Capítulo 5: ¿Vamos a llegar al mes?
—Feliz primer mes. —sonríe nervioso sin saber que más hacer.
—¿Cómo? —rasca su nuca.
—Pasado mañana cumplimos un mes —mira el lugar—. Caroline me ayudó a conseguir estas luces, el reproductor, y bueno... también a limpiar. Quería hacer algo porque quizá no tengamos la oportunidad más adelante.
—Oh. —miro el suelo.
—Oye, todavía no ves el regalo, así que... —encoge los hombros. Me quedo mirando una esquina de la habitación.
Yo ni siquiera se que fecha estaremos en dos días y el ya tenía planeado todo un aniversario.
Terrible novia Rowan, eres una terrible novia.
Carl quita sacude una mano delante de mi cara.
—¿Qué pasa? —sonríe guasón.
—Soy una horrible persona.
—¿En serio? A mí hasta me parecías bonita.
—Gracioso. —le doy un leve empujón y él se ríe, luego saca de su bolsillo trasero un papel arrugado y lo desdobla mostrándome varios palitos, frunzo el entrecejo.
—Van veintiocho —sonríe— yo tampoco se que día cumplimos meses, así que empecé a marcar este papelito hasta llegar al treinta. —aclara, sonrío tomando la pequeña y arrugada hoja. Me coge de ambos brazos y se acerca un poco más a mi, sonríe intentando mirarme a los ojos y acerca un poco su cara, pero se queda quieto al escuchar un carraspeo, giro mi cara a la derecha.
Thomas está en la puerta con los brazos cruzados.
—Prometiste que hoy no intercambiarían saliva. —se recuesta en el marco y presiona su lengua en el lado derecho de su mejilla.
( ... )
—La mitad de ellos se dirige para allá.
—¿Y tú? ¿dónde estás? ¿estás de camino acá?
—Abraham, Sasha y yo llevamos a la otra parte aún —suelta el botón—. Quizá no vuelva hasta en un rato.
—No hagas nada estúpido.
—No prometo nada —el ruido de su moto se intensifica—. Rick estaba en camino, ¿ha llegado ya?
—Iré a ver y te digo.
—De acuerdo. —y todo se queda en silencio, abro la puerta y vuelvo a la habitación.
—Ya comenzaron con el plan.
—¿Qué? —interroga la rubia dejando de morder sus uñas.
—Quiero comer —informa el menor, Beth lo calla—. ¿Es porque soy negro? —Greene lo mira frunciendo el ceño.
—Daryl no me quiso dar detalles —encojo los hombros—. Pero estarán aquí pronto. Quizá en una hora más. Debo ir a la entrada, vuelvo en un rato. —Beth asiente con un sonido y Carl besa mi frente.
—Yo me quedaré aquí. —asiento y salgo de ahí cerrando la puerta.
Camino hacia la escalera y una pequeña mano se envuelve en la mía haciendo que detenga mi paso, miro hacia abajo donde está un rubio enano.
—¿Puedo ir contigo?
—Solo si prometes que no te vas a ir por otro lado.
—No me volvería a mover de tu lado aún si me amenazaran con romper mi muñeco del hombre araña. —sonríe y yo le devuelvo el gesto mientras abrimos la puerta de la casa y salimos.
