Capítulo 32

741 76 65
                                    

"¿Qué haces aquí?"

-Lo nuestro se acabó, Jeremy Fitzgerald. Yo nunca debí enamorarme de ti. -dijo Mike por última vez antes de retirarse de la sala, sin siquiera mirar hacia atrás.

Esas palabras fueron directo hacia un vacío en mi pecho. Se sentía como si él mismo me hubiera apuñalado justo en el pecho, dejándome ese vacío, ese agujero negro, que no hace nada más que crecer.

Y como si de verdad me hubiera apuñalado, me tiré al suelo de rodillas, gritando silenciosamente. Me quedé allí unos minutos, miré hacia mis costados. La habitación estaba vacía, había mugre en el suelo. Me quedé observando un objeto que brillaba en la otra esquina del cuarto. Me arrastré como pude hasta allá y tomé el objeto, el cual era un cuchillo o navaja afilada.

Pensamientos suicidas invadieron mi mente, pero rápidamente lo tiré al suelo, reacionando y me levanté, salí de la habitación y todos estaban rodeando a Mike. Ellos no me notaron, intenté buscar a Saya con la mirada, pero no la encontré en ninguna parte.

Vincent dio la vuelta y me miró confundio al mismo tiempo que sorprendido. No mostraba alegría, estaba sin su típica sonrisa. No miré a atrás y seguí mi camino hasta la puerta, para salir y rápidamente ir corriendo a mi casa.

Había recordado el camino y por suerte no estaba lloviendo. Habrán pasado minutos largos hasta que llegué a mi casa, la abrí y entré con desanimo.

Kelly corrió hacia mi ladrando, seguramente presintiendo que yo estaba mal. Qué inteligentes son los perros. Pensé.

La vi y me recordó a Mike y en ese mismo instante rompí en un llanto, abrazando con fuerzas a Kelly.

(TS)

Las horas pasaban y yo seguía en mi cama, con la sangre manchando las sábanas y las lágrimas mojando la almohada.

Volví a pensar en todo lo sucedido anteriormente.

La culpa ha sido de Saya... tal vez mía también. Tal vez no debí dejarme mucho, pude haberme separado de ella fácilmente.

Mike mal interpretó absolutamente todo. Y por un pequeño error, todo cambió.

Tal vez muriendo todo se resolvería. Sería más fácil.

Mi hermano puede cuidar de Kelly, y Mike puede vivir fácilmente sin mi.

Y pues los demás seguramente tengan una vida mejor que la mía, así que no creo que sea un gran cambio. Yo no soy nadie.

Así que profundicé la herida. Escuché alguien llamando a la puerta, pero lo ignoré, lágrimas corrían de mis mejillas, copulando con la sangre. La puerta se abrió, azotándose fuertemente, pero yo no paré y al sentir que la punta atravesó mi vena, vi todo en cámara lenta. Vi los recuerdos de pequeño, cuando aún seguía con mi madre y eramos una familia feliz. Recordé lo vivido con Mike, con mi hermano, con mis amigos y lentamente fui cayendo al suelo, recordando las últimas palabras de Mike. "Nunca debí enamorarme de ti" y cuanto más lo recordaba, más borroso veía. Mi cabeza se golpeó fuertemente contra un vidrio, haciendome ver todo en negro.

La última imágen que tuve fue de alguien entrando desesperadamente a mi casa, buscándome.

(...)

Desperté rápidamente. Miré hacia todos lados y sólo veía todo blanco. Pestañé un par de veces, como "enfocando" mi mirada, captando que estaba en un hospital. El mismo hospital de hace un mes, al que vine por la herida en mi estómago. Me miré bien y volteé la cabeza, esperando a ver a Mike por aquí, pero no había nadie. Él no estaba, no fue un mal sueño, fue real.

Rápidamente sentí una punzada en cierto punto de mi cabeza y gemí dolorosamente.

No recuerdo que ha pasado. Un gemido se escuchó en toda la habitación, pero el gemido no era mío. Volteé apenas la cabeza, temiendo a que el dolor aparezca de nuevo y vi a Mahogany corriendo hacia mi.

-¿M-Mahogany? ¿Qué... q-qué haces aquí? -mi voz era apenas audible, ella estaba llorando, mientras una sonrisa se formaba en su rostro. No entendía lo que pasaba, realmente estaba muy confundido. No recuerdo lo que pasó ayer.

Lo que más me confundía es que esté Mahogany conmigo. Ella estaba sola, sin nadie más. Solo ella y yo.

-¡Por fin despiertas! Me tenías muy preocupada, Jeremy. -gimió emocionada ella, con lágrimas en los ojos. Me confundí más de lo que ya estaba.

-¿Por fin despierto? ¿Q-qué...? -la miré con confusión, ella limpió sus lágrimas y asintió. -¿Cuánto tiempo llevo a-aquí?

-Dos meses. -abrí los ojos sorprendido. En ese momento recordé todo lo que estaba pasando y recordé perfectamente lo que ocurrió con Mike y el por qué estaba aquí.

-¿C-cómo supiste que y-yo estaba...- Me estaba refiriendo a los cortes, cómo ella supo que yo estaba sufriendo en mi casa, solo.

-Hablé con Vincent, él me contó que Mike y tú salieron llorando de una habitación, pero que no sabían por qué, luego que tu te fuiste sin avisar, y ellos te buscaron durante horas. Creí que había sido algún problema y deduje que estarías aquí. Lamento haber entrado sin avisar, pero vine con tu hermano, Aleksander. -una lágrima resbaló por mi mejilla. Dios, con tan sólo recordar a Mike me ponía triste.

-¿Y-y q-qué sabes de... de M-Mike? -ella agachó la mirada y suspiró.

-Bueno, uhm... cómo decirte...

-S-sólo dilo... -ya me estaba esperando lo peor. Ella suspiró y me miró triste.

-Uh... él... -suspiró. -Bueno, ellos... ellos, Doll y Mike, están esperando un hijo. -la noticia me golpeó como un balde de agua fría cayendo sobre mi. Yo realmente no sabía que pensar... apenas pasaron dos meses y él ya me supera.

Lo que más temía que pasara, pasó. De tanto miedo de perderte, Mike, te perdí. Y de tanto miedo que te fueras con Doll, te fuiste, y me dejaste solo...

Suspiré y las lágrimas salieron amenazadoramente. Estas ardían al tocar la piel de mi cara en mis mejillas.

-Oh, Jeremy... -susurró ella triste al verme así. Limpió mis lágrimas y besó mi frente. -Debo irme, cariño, me he escapado de casa para verte y Vendetta está buscándome. -suspiró leve y acarició mi mejilla. -Si llegas a necesitar algo, sólo llámame, estaré aquí para ti. -asentí sin ánimos y ella besó mi mejilla, caminando por la sala y saliendo, pero antes de salir, se asomó.

-Oh, y Jere, tu hermano está afuera, por las dudas. -no la miré, ella se fue y mi vista se clavó en un punto fijo. Me escondí entre las sábanas, acurrucándome en la camilla, abrazando una almohada como si fuera Mike. Lo necesitaba tanto...

Lloré desconsoladamente debajo las sábanas. Mi cabeza me dolía, al igual que los brazos y las piernas, pero no me importaba. Me removí en el lugar y una de las heridas se abrió, haciendo que sangre lentamente.

-¡Se está desangrando! -escuché un grito, pero no le di importancia. Sentí que movían mi camilla. Cerré los ojos fuertemente y no los abrí, no quería hacerlo.

-¡Llévenlo a urgencias! - eso fue lo último que escuché antes de que me sumergieran a otra cirugía, o lo que sea que me estén haciendo. Lo único que podía pensar en ese momento era en Mike.

¿Por qué, Mikey... por qué?

baia baia, algo me dice que estamos aproximándonos al final jejjeje

Your fucking Doll ~ JeremikeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora