—Quise ayudar. No fue mi intención humillarte enfrente de Dax.

Tú no, pero tal vez yo haya ayudado a que eso suceda, da igual, le di un empujón.

—Pero lo hiciste—me recriminó—¿cómo hare para ver a Dax? Dije cosas indebidas, seguramente está pensando que soy una rara con graves problemas de sexopates que debe mantenerse alejado de mi por su propia seguridad.

—¿Eso es una palabra? —pregunté confundida.

—Si, está en mi diccionario. Dime, ¿qué hago ahora?

—Aceptó tener una cita aún de haberte oído decir todas esas cosas, eso es algo bueno.

—Fue por lástima, Lavina.

Sacudí la cabeza.

—Créeme conozco a Dax y sé que no desaprovecharía la oportunidad de conocer a una chica linda, genial y buena.

-Lo de chica linda, genial y buena. ¿Lo decís por mí?—preguntó asomándose por la puerta.

—Obvio que si, tonta—me apoyé en el marco de la puerta—tenemos los genes hall. Lo siento de verdad.

Brea abrió la puerta de par en par.

Llevaba su pijama de patitos y en su mano tenía un bote de helado.

Mi mirada se quedó ahí.

—Pensé que no tenias hambre.

Se encogió de hombros y lamió la cuchara.

—Estaba triste y lo necesitaba.

Alce a Hemmo quien no paraba de saltarme para que le diera mi atención.

—En fin. ¿Puedes perdonar a tu prima favorita?—dije con una sonrisa de oreja a oreja.

Levantó su dedo y fue en busca de su teléfono que había sonado.

—Dax acaba de mandarme un texto—dijo dando un gritó que casi rompe mis tímpanos y se tiró de espalda a la cama—Quiero que nos veamos está noche.

Es rápido el muchacho.

Dejé a Hemmo en el suelo.

—Vaya, es una buena noticia. ¿Té dijo a donde irán?

—A ver una película—murmuró viendo su teléfono.

—¿Cual?

En ese momento mi celular vibro en mi bolsillo, lo saque. Y era un mensaje de Max.

Lo haremos pero ahora no puedo.

<<¿Estamos bien?>>

Presione enviar.

—¡Ay! ¿no es tierno?—chilló encajándome su teléfono en mi cara para que leyera el mensaje—me preguntó qué película quería que viéramos, obviamente le dije Leal porque amo esa trilogía y no pude verla. Me dijo que la vió pero que no era un problema porque podía verla de nuevo conmigo.

Asentí, en realidad no le estaba prestando mucha atención.

Necesitaba que Max me aclarara que estábamos bien.

Necesito que estemos bien para poder hablar como corresponde.

Debemos aclarar muchas cosas.

—Tú me acompañaras, no sé nada sobre cómo tratar a los chicos. Quiero que estés ahí conmigo por si hago cualquier locura...—

Asentí.

—Estás perdonada, eres la mejor prima de todas.

Me dió un breve abrazo.

Un Verano Desastroso [#CG2]Where stories live. Discover now