Volando alto (VCLN2)

#14: Plan actuación

-Tienes una sesión de fotos mañana por la mañana a las diez. Por la tarde, a las tres, vamos a ir a la pasarela para ensayar el desfile- dijo sin quitar su mirada de la agenda.

Asentí con la cabeza y bebí un poco más de mi bebida dietética, dejando que mi mirada volara de allá para acá por todo el restaurante. Eran las doce del día y Mateo me había invitado a comer para hablar de mis horarios de la semana. Hasta entonces, comprendía que al día siguiente estaría ocupada hasta el tope.

-Hoy por la noche tu madre quiere cenar contigo, a solas- mencionó, haciéndome posar mi mirada fijamente en él.

-¿Mi mamá?- cuestioné curiosa. Él asintió sencillamente y siguió revisando la agenda, anotando y borrando unas cuantas cosas.

Arrugué el entrecejo mientras le daba otro sorbo a mi bebida. Se me hacía raro que mi madre pidiera cenar conmigo de esa manera y no me lo dijera a la cara, parecía prácticamente como si hubiera pedido una cita con mi representante y quedaríamos a una hora determinada. Pero no, era una cena madre e hija.

Le di un mordisco a mi sándwich. ¿De qué querría hablar ella para que hiciera ver la junta tan... misteriosa?

-¿Algo más?- pregunté observando a Mateo. Fruncía el ceño concentrado en la agenda.

-Creo que es todo lo que necesitas saber hasta ahora.

Cerró la agenda y la dejó de un lado en la mesa, para luego fijar su mirada en mí y esbozar una pequeña sonrisa.

-¿Conseguiste novio?- preguntó, para luego coger sus servicios y empezar a comerse su plato.

-Sí- dije duramente-. Me da un poco de pena, ya que no sabe por qué razón le pedí noviazgo.

Mateo soltó una carcajada.

-¿Estás de broma? ¿Qué le dirás cuando tengan una entrevista o algo por el estilo? ¿Y cuando el chico deba salir a escena para hacerse pasar por tu novio?

-Él cree que es real. Además... quiero jugar un rato con él.

-¿Cómo se llama?- preguntó divertido llevándose un bocado de pollo asado a la boca.

-Julian, Julian Serrano- respondí, para luego ver cómo Mateo me miraba extrañado por el nombre-

-Su apellido se me hace raro- explicó encogiéndose de hombros.

-A mí igual, pero le queda bien- admití-. ¿Cuándo será la primera entrevista de pareja?

-Luego del desfile- respondió señalándome con el tenedor. Sonreí satisfecha ante la información.

-Perfecto.

-¿Por qué no quieres que él sepa que es simplemente pantalla?- cuestionó. Esta vez quien señaló, fui yo.

-No te hagas el curioso, Mateo. Tengo mis razones y te las explicaré algún día- sonreí guiñándole un ojo.

-Puede provocar problemas para tu fama si no me lo dices. ¿Y si vuelve tu fama de perra?

-Lo único que provocará mi plan será justicia. Tú tranquilo. Saldrá justo como yo lo quiero. Tengo todo a mi disposición, Mateo, si algo sale mal al final no me afectará ni a mí ni a lo que las demás personas digan sobre mí.

Bebí un poco de mi bebida dietética mientras Mateo masticaba su comida y me veía pensativo. Al parecer no se quedaría callado rápidamente, aunque la verdad no me importaba. Él era agradable, además si le relataba mi queridísimo plan él podría ser un buen confidente que guardaría de lo más bien el secreto.