#26: Resolver y crear problemas

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JULIAN POV:

¿Dónde se había metido ese maldito imbécil?

Llevaba desde las nueve de la mañana buscando a Tomás. Había ido a su casa y su mamá me había dicho que no estaba, que había salido y que no sabía adónde. Este chico me irritaba. Ya lo había buscado en la tienda de sandwiches que había en la esquina de su cuadra y lo había llamado a su celular. Pero no, nada. ¿Estaría escapando de mí?

Toqué el timbre de la casa de Zoe y esperé que alguien abriera. Tal vez se había ido a disculpar con ella y por eso no me contestaba las llamadas (de todas formas procuraría darle una paliza si en verdad besó a Candela).

-¿Julian?- Zoe me abrió la puerta. Andaba en pijama y bata, con pantuflas de conejos blancos.

Se veía muy tierna así.

-¿Tomás no ha venido?- pregunté. Ella negó con la cabeza-. ¿No has sabido nada de él, verdad?

-Bueno, según mis hermanos la última vez que lo vieron anoche fue cerca de tu casa, encerrado en una cabina telefónica-respondió.

-¿Cabina telefónica cerca de mi casa?- murmuré tratando de recordar-. ¿Segura?

-Sí. Creo que sigue allí, si no está en su casa. Mis hermanos lo han seguido desde que les avisé, luego de dejar tu casa, y Tomás ha estado escapando de ellos desde entonces- contestó.

Los hermanos de Zoe eran ídolos.

-Gracias, tigresa- le sonreí en despedida.

Ella hizo un puchero.

-No me llames burbuja- se quejó como una niña pequeña.

Su mamá la llamaba tigresa. ¿Por qué yo no?

Caminé de regreso a mi casa, ahora poniendo más atención al camino buscando una cabina telefónica con un chico medioso escondido en ella.

Y de repente, lo encontré.

El chico gallina temblando encerrado en una cabina telefónica cercana a mi casa. Parecía una jodida broma. Saqué mi celular y le saqué una foto a Tomás sin que me viera.

«Pa'l instagram.»

-Eh, idiota- lo llamé dando golpecitos en el vidrio. Sus ojos asustados se fijaron en mí.

Parecía corderito asustado. No pude evitar reírme de su expresión.

-¿Julian?- preguntó desconcertado. Salió de la cabina lentamente y se quedó parado frente a mí-. Los hermanos de Zoe me están buscando de nuevo, hermano, necesito tu ayuda o voy a morir solo y estéril- lloriqueó.

-¿Por qué te buscan?- dije haciéndome el tonto por un segundo-. Quizás porque... te besaste con Candela.

-Mierda- masculló-. Escucha, sé que besarme con  Candela ue un error, pero...

No le di tiempo para acabar.

Ya le había estampado mi puño en su cara.

-¿¡Qué cojones te sucede!?- me gritó enfadado llevando ambas manos a su rostro, específicamente, mandíbula y nariz.

-Engañaste a tu novia, imbécil- espeté-. Zoe no merece basura como tú. Por un momento hasta pensé que Candela había mentido acerca del beso, pero ya veo que no. Solamente me di cuenta de que mi mejor amigo es una mierda de persona.

-¿De qué estás hablando? Julian, fue su culpa. Se lanzó y me besuqueó, ugh, di todo lo que quieras, pero yo no le regresé esa... esa asquerosidad llamada beso- tembló-. La hubieras visto, Juliano, de pensar en su boca acercándose a la mía me da asco. Fue peor que el día en que mi tía abuela Lana me dio respiración boca a boca y se le cayeron los dientes postizos dentro de mi boca.

Volando alto (VCLN2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora