3. Un juego desastroso.

Comenzar desde el principio
                                    

—Mierda —mascullo, apretó con fuerza mis manos temblorosas.

Todos los ojos se posan sobre mí, algunos curiosos, otros ya desorbitados.

— ¿Qué escoges? —pregunta la pelirroja.

Muerdo mi labio. Ojalá no meter las patas.

—Beso —respondo sin dudar.

— ¿Con quién? —James pica mi costado con su dedo.

—El chico de ahí.

Apunto a unos que está en frente de mí, ni siquiera lo conozco. Me sorprendo de mí misma por lo que estoy a punto de hacer, Sky por otro lado me anima a seguir. Lo hago, el rubio y el chico cambian de posiciones. Es bastante guapo, de mirada profunda y unos labios irresistibles. Gracias alcohol por hacerme esto. Bien jugado. Tomo la camisa del chico con posesión, vaya, no me imaginaba hacer esto. Ruego que mamá nunca se entere de esta locura que estoy a punto de cometer. El olor a alcohol que salen de nuestras bocas se mezcla, llega a ser un olor tanto molesto para mí, pero no me importa, sé que me arrepentiré de esto mañana.

El roza lentamente su boca con la mía, hasta que nuestros labios se unen por completo. Puedo escuchar como alguien se asombra y suspira. El chico en si besa bien, pero no tanto como Nick ¡Maldición! Hasta en estas cosas me llega a la mente su recuerdo ¿no me dejara en paz o qué?, no me importa, sigo con la mente en el juego y el chico o se tomó mucha confianza o quiere llegar a otro lado, porque baja sus manos hasta mis piernas desnudas, sabía que era mala idea venir con vestido y sin medias. Me aparto rápidamente de él, antes que haga otro movimiento extraño.

— ¡Wow! —Exclama Sky— ¡Enséñale como se hace Emma!

Me sonrojo un poco al notar que he sido el centro de atención... ¿Por cuánto? ¿Medio minutos?

—Dos minutos —comenta Nick con un dejo de molestia— Me sorprendes pequeña niña.

Sé que esa mirada no trae nada bueno. La última vez que me miro así, casi quedo calva por la ingeniosa idea de mezclar productos para el cabello en mi champú. Ya no me importa, cumplí el deseo de besar a un chico que ni conozco. Tomo un largo trago de mi vaso.

—Después de esta demostración de coraje, será un poco complicado superarte, nena —Teodoro es el que lo dice y al mirarlo me guiña; cuanto amo eso.

La pelirroja hace girar otra vez la botella, mientras yo bebo unos dos vasos más de cerveza. Al parecer me estoy pasando del límite y llegaré a vomitar todo a casa. Esta vez la botella se detiene en Nick, luego de que recorra con la mirada a todos los participantes, mantiene la vista en mí, entrecierra sus ojos y me sonríe de lado, ay no.

—Reto —dice al momento que se lo preguntan— Sky y yo, siete minutos en el paraíso.

Una respiración queda atascada en mi garganta y creo que la mayoría se percató de mi reacción, aun así, trato de alentar a Sky como ella lo hizo anteriormente conmigo. Mi hermanastro la toma de la mano y se van hasta una puerta más cercana, no aparto la mirada de los dos hasta que Nick se voltea sonriente hacia nosotros.

—Esta noche la hago de oro.

Malditos celos que me comen por dentro, pero no puedo hacer nada, no somos nada y eso es lo peor. Lo demás chicos le lazan comentarios pervertidos a Nick y miran sus relojes; toman el tiempo. Siguen conversando entre ellos mientras yo miro mi vaso de cerveza hasta la mitad, quizá sea el último que me tome. Siento unos brazos sobre mis hombros, es James.

—Y yo que pensaba que te escogería a ti.

Me encojo de hombros.

—No me importa, total, ya me divertí con ese chico —lo apunto y veo que está coqueteando con otra chica.

¡No Entres Ahí! [1° TEMPORADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora