Inocencia y Perversión [Raito x Subaru]

Capítulo 2

Llegué al instituto para otro día más. Lo vi llegar y corrí a su encuentro.

-Hola otra vez, Su-ba-ru-kun- dije en tono juguetón.

-Ayer me ayudaste. Gran cosa. Eso no nos hace amigos.- dijo, esquivo.
Me llevé una mano al pecho y fingí dolor.

-¡Ohh, Su-ba-ru-kun, hieres mis frágiles sentimientos!

-No lo haría si no me hablaras.

-Pero qué malo eres, Su-ba-ru-kun- dije haciendo pucheros.

-Sí, lo soy, ¡¡razón de más para IRTE!!- gritó.

Eso realmente me dolió. Mi sonrisa burlona desapareció, pero no me alejé.

-No te desharás fácilmente de mí, Subaru-kun.- dije en tono serio.

-Tsk. Eres un bicho molesto, ¿no es verdad?

Me reí y me detuve.

-¿Este es tu salón?- pregunté.

-Sí- dijo mientras entraba al aula.

-Entonces hasta aquí llegamos, nos vemos luego, Su-ba...- ¡BAM! Cierró la puerta de un golpe en mi nariz.

♦♦♦

Al tocar el timbre para salir e irnos a casa pasé por el aula de Subaru. Tal vez conseguiría acompañarlo a casa.
Divisé su cabellera blanca entre la multitud de alumnos y lo alcancé corriendo.

-¡Su-ba-ru-kun!- llamé.

-Agh, tú otra vez...

-¿Quieres compañía para ir a casa?

-Si digo que no, seguirás acosándome. Ya qué.

Salimos del instituto y comenzamos a caminar, pero una voz conocida nos detuvo.

-Raito, nosotros no vivimos por esa zona.- indicó mi hermano, Kanato.

-Eeh, Raito, ¿ese no es el que siempre anda solo?- preguntó mi mellizo, Ayato.

-Lo acompañaré a casa, los alcanzo luego-dije.

-Bien, pero no te tardes. Ore-Sama odia cenar tarde- amenazó el pelirrojo.

Continuamos camino. Subaru se veía incómodo e intenté generar conversación.

-Son mis hermanos. El de cabello morado es Kanato y el pelirrojo, Ayato. Somos trillizos.

-¿Tres como tú? Guau, debe ser horrible.-musitó.

-¿Tienes hermanos?- pregunté.

-No.- respondió de forma hosca.

El resto del camino transcurrió en un helado silencio. Finalmente frenamos frente a una modesta casa blanca.

-¿Le avisarás que llegaste a tus padres?

Por toda respuesta entró a la casa sin despedirse y cerró la puerta en mi cara. Por segunda vez en el día.
Qué feo hábito.

∞

Odio los capítulos que no llegan a las 500 palabras (¬_¬)