Nunca Es Tarde Para Llegar A Tiempo (editando)

Un recuerdo que comienza

Apenas si me di cuenta de que era sábado.
Hoy tocaba ir a cuidar que la luz de aquélla estrella no se apagara, ya que mis cuatro hermanitos girasoles habían vigilado en sus respectivos turnos de su cuidado.

Abrí bien los ojos y me quedé mirándola, la estrella se movía mucho, tenía frío y la cama no era una nube. Hubo momentos en que me incomode porque las demás estrellas de alrededor, miraban disimuladamente cómo volvía a tapar a la estrellita que se desnudaba y temblaba de frío... (pero, estaba enferma no era su intención).

De pronto, una estrella entró y revisó a la estrellita enferma, su expresión fue de angustia.

Llamó a papá sol, y junto con un grupito de estrellitas, entraron y sacaron a las demás estrellas.
A la estrellita, se le habían puesto moradas sus puntas y el oxígeno ya no entraba a sus pulmones.

Papá sol salió y dijo:

- Puedes irte, su ciclo ha concluido.

Al escucharle decir eso, me fui.

Una estrella murió y un recuerdo comenzó, justo ahí, en medio de la vida y la muerte.