meet again; larry

visit

Las manos del rizado tiemblan sin control mientras relee el pequeño y arrugado papel que tiene entre sus delgados dedos.

"Es aquí" susurra para sí mismo y comienza a morder sus uñas nerviosamente. No está seguro de lo que está haciendo, pero no quiere pensar, sabe que si lo hace, sólo dará media vuelta y volverá a casa con tantas cosas por decir atoradas en su pecho.

Guarda el papel amarillo dentro del bolsillo de su fino saco gris y mira alrededor; sus rizos bailan acompañando los movimientos de su cabeza. La calle, cubierta por una fina capa de nieve, está vacía. Pocas personas circulan por ésta parte de la cuidad, y Harry se alegra de aquello. Está parado delante de la puerta de madera hace unos veinte minutos, y no le gustaría que alguien pudiera verlo y pensar que es algún tipo de acosador.

Acerca su mano al timbre y, sin más, presiona el pequeño botón, escuchando el típico sonido que éste hace. Cruza sus brazos sobre su pecho y pasa su peso a su pierna izquierda, mirando sus zapatos con concentración.

Oye el sonido de la puerta y siente como su corazón comienza a latir algo más rápido de lo normal, como queriendo escapar de su cuerpo.

Sus largas pestañas se conectan con sus pómulos una mínima fracción de segundo mientras levanta su mirada. Inhala toda la valentía que puede y la retiene en sus pulmones por un momento, para luego soltarla de repente al encontrarse con unos hermosos ojos celestes que lo observan, brillantes bajo la luz del sol de la mañana.

—Hola— dice, y puede sentir como todas las palabras que tenía planeadas decir abandonan su cabeza y lo dejan a la intemperie.