Capítulo Treinta

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[WILL]

Abro los ojos con lentitud, sintiendo un dolor agudo por todo el cuerpo, sin saber dónde estoy.  La luz entra sutilmente por una de las ventanas que tengo delante y me fijo en que no soy el único en esta habitación. Mierda, ¿qué hora es? Me levanto torpemente del sofá de cuero marrón y observo algunos cuerpos tirados por el suelo, aún durmiendo la mona. ¿Dónde demonios estoy? Hay vasos de plástico por todos lados con restos de bebida por el suelo; al que le toque limpiar todo esto no le hará mucha gracia. 

Joder, ¡Beth! Saco rápidamente el móvil del bolsillo de mi pantalón y veo que tengo varias llamadas perdidas de Beth, Jason y Charles. Pulso el botón de llamada a Beth mientras salgo de esa habitación y veo un largo pasillo. No puedo creerme que me quedase dormido aquí, no recuerdo haber bebido tanto pero me siento mal, como si tuviese resaca después de haber bebido mucho. Mi plan era tomar algo e irme lo antes posible a casa con Beth; estará más que enfadada conmigo.

Ella no me coge el teléfono, así que vuelvo a guardarlo y bajo las escaleras que hay a mitad del pasillo. No veo a nadie despierto ahí arriba, aunque se escuchan voces en una sala de abajo. Voy directo y abro la puerta de la cocina, donde veo a Clary llorando y dando gritos a una chica que tiene enfrente.

Cuando me ven entrar se calma un poco y viene hacia mí.

-Will..., no sabía que te habías despertado ya. 

-¿Mis amigos siguen aquí? -Pregunto, deseando volver a casa.

-No, se fueron hace rato. ¿Quieres que te acerque a casa o algo?

Si Beth me ve aparecer en casa a estas horas con Clary se pensará lo peor, así que lo mejor será buscar otra opción.

-No, gracias. Estuvo bien la fiesta de anoche, pero tengo que irme. 

Cuando abro la puerta para salir noto cómo Clary me sujeta por el brazo, haciendo que pare en seco con la puerta aún abierta. Miro hacia detrás y veo cómo las lágrimas resbalan por sus mejillas con rapidez.

-¿Qué pasa? -Le pregunto con cautela, sabiendo que no me gustará su respuesta.

-Verás, Will..., yo..., tenemos que hablar. 

Con su mano todavía sobre mi brazo me lleva hasta la parte trasera de la casa, donde no hay nadie. Anoche no salí aquí y veo que también hubo gente por la cantidad de vasos de plástico que hay por el jardín.

-No aguanto estar lejos de ti. -Suelta de pronto, consiguiendo que ponga mis ojos sobre ella. -Tu amiga, Beth, estuvo anoche aquí y, en fin, sabes lo mal que me cae..., no puedo verla cerca de ti. Los dos sabemos lo que siente por ti aunque tú no quieras verlo. 

-¿Ella estuvo aquí? ¿Qué hora era? No la vi. La verdad es que no recuerdo nada de anoche, lo último que recuerdo es estar arriba hablando contigo porque tú me lo pediste y nada más. 

-Will, sabes que no soy una mala persona, ¿verdad? Tienes que saber que todo lo que hice fue por nosotros y para que esa chica se aleje de una vez de nuestra relación...

-¿Qué demonios quieres decir con todo esto? Nosotros no tenemos ninguna relación, Clary, anoche te lo intenté dejar bastante claro pero no quieres enterarte. ¿Qué hiciste?

-Sabía que tú no querrías cooperar, así que te eché unas gotas de no se qué para que te durmieses en tu bebida. No sé exactamente lo que era, pero confío en Amy, así que no debes preocuparte. Solamente hice que esa niñata nos dejase en paz, ¿no lo entiendes? Ahora podremos volver a donde lo habíamos dejado antes de navidades.

Deseo IncontrolableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora