Capítulo Once

5.4K 223 9
                                    


Qué vergüenza. Mi mente se debate entre salir corriendo de allí o quedarme y dar la cara por estar espiándoles. Me aparto de la puerta y vuelvo al salón, esperando que alguno de los dos venga a buscarme. Y no me equivoco porque entra en el salón Clary hecha una furia.

-¿Estabas espiándonos? ¿Pero qué coño te pasa, tía? ¿Acaso estás obsesionada con mi novio? –Me giro y la veo parada al lado de la puerta de la cocina, con la cara roja por la furia.

-¿Perdona? –Sé que ha estado mal espiarles, pero era ella la que estaba hablando de mí primero. –La que parece que está obsesionada aquí eres tú. Will es solamente mi amigo, no hace falta que me metas en tus inseguridades. –Clary retrocede en su sitio sorprendida por mi contestación, pero rápidamente se recompone y comienza a andar lentamente hacia mí.

-Mira guapa, como te vea acercándote a mi novio de una forma que no sea amistosa tú y yo vamos a tener un grave problema. –Se para muy cerca de mí, creyendo que me hará retroceder pero está muy equivocada. No es la primera chica que intenta asustarme.

-¿Me estás amenazando? –pregunto mirándola de arriba abajo. –Yo no soy una de esas niñatas a las que puedes tener a tus pies. No me conoces, así que no intentes buscarme porque me encontrarás. Hablaré con Will todo lo que quiera porque es mi amigo, cuando él quiera dejar de hacerlo que me lo diga. –Nos quedamos mirándonos fijamente hasta que Will entra en el salón y agarra a su novia por el brazo.

-Joder, esto es absurdo. Vamos. –Veo como Will se lleva a su novia fuera del salón, sin mirarme siquiera. ¿Se habrá enfadado? No debería hacerlo porque es su novia la que está loca.

-Mierda. –Resoplo mientras me doy la vuelta y me tiro al sofá. ¿Por qué siempre tengo que tener estos líos con todas las tías tontas que me encuentro? Parece que es el drama de mi vida. Me tapo la cara con las manos aguantando la rabia que me ha entrado por culpa de Clary. Pero también porque necesitaba que Will me dijera algo, que me apoyase a mí o me sacase de la habitación con él. Quería ser a la que agarraba, a la que iba a calmar en estos momentos. Quería que me calmase como él sabe hacerlo, con sus labios puestos sobre los míos. Pero ahora esos labios estarían en los de ella y eso me daba asco.

Estuve así tumbada durante una hora por lo menos hasta que me quedé dormida en la misma postura. Sólo cuando una mano comenzó a moverme abrí los ojos y me quité las manos de la cara.

-Hola Helen, me he quedado dormida sin querer. –Suelto mientras me incorporo en el sofá hasta sentarme bien. -¿Ya es hora de hacer la cena?

-No, tranquila. No quería molestarte mucho, es que necesito unas cosas de Aspen y no puedo ir yo. Daniel está enfermo y yo no sé conducir. ¿Podrías acercarte tú a una farmacia? –Noto que lo dice con vergüenza, sé que no quiere molestarme. Me sería imposible negarme a ella o a su marido, han sido siempre tan buenos conmigo que son como de mi familia.

-Claro, Helen. No tengo ningún problema, ahora mismo voy. –Digo mientras me levanto del sofá y cojo la mochila que dejé tirada en la entrada del salón.

-Muchas gracias, guapa. Eres un ángel. –Se acerca a mí y me da un beso de abuela en la mejilla. De esos besos que suenan más de lo que debería. Le sonrío y salgo del salón.

Estoy tan agotada mentalmente que me cuesta mantener mi cuerpo en pie. Subo a mi habitación a dejar la mochila y a coger el bolso. Entro al baño antes de irme y me acicalo, me hago una coleta alta que siempre me ha quedado tan bien y salgo.

Mientras bajo las escaleras que dan a la entrada de la casa me coloco el abrigo y me pongo el gorro junto a la bufanda. Salgo a la calle y veo que ya se ha hecho de noche, aunque aún sea pronto. No puedo quitarme de la cabeza a Will y eso que lo intento con todas mis ganas. Llego a la parada de autobús y veo que tengo que esperar todavía un rato.

Deseo IncontrolableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora