Capítulo 29: "Extraño Sentimiento"

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Escuché sonar el estruendoso timbre de la alarma "Que fastidio... ¿Qué hora son?" vi que eran las 6:00 am en mi despertador, "Un ratico más, cinco minutos y volveré a despertar" volví abrir mis ojos pero fue porque la luz del sol se reflejaba en mi cara atreves de mi ventana, "Ahh... el ¿Sol?... un momento ¡¿Qué hora son?!" vi que marcaba las 6:59 am, "Ohh... no puede ser... ¡me quede dormida!, pero ¿Cómo? O ¿mi alarma no sonó? Pedazo de...", enseguida recordé que si sonó pero quise dormir un ratico más, resople resignada levantándome de la cama y seguir la rutina de cepillarme los dientes, bañarme y vestirme solo que esta vez obvie en bañarme y Salí vistiéndome de camino por el pasillo de mi casa, creyendo que con eso iba ganar más tiempo y lo único que gane fue unos cuantos moretones por haberme tropezado con las paredes y bordes de los marcos.

Baje las escaleras como corriendo y mi mamá cansada de llamarme para ir a desayunar, no me gustaba llegar tarde pero tampoco quería salir sin desayunar, fui a la mesa y mi madre me veía con aquel gesto serio en su mirada porque ella sabe que me descuidé en despertarme, yo fingí que estaba a tiempo para que no siguiera sospechando pero obviamente ella ve el reloj de la sala, suspire en fastidio y la vi en expectativa a que dijera; "Vas a llegar tarde niña, ¡No desvistes quedarte dormida!" o "¡Eso te pasa por andar acostándote tarde ¡Espero que esto te sirva de lección!"

Lo extraño es que no me dijo nada dirigiéndose a la cocina, "Mmm... de seguro está pensando en algún proyecto de su trabajo, ¡Mejor así no me dice nada!" cogí lo que quedaba del pan con mermelada que tenía en la mesa y la envolví en papel de aluminio que a hurtadillas recogí de la cocina, de un solo golpe me tome todo el jugo de lechosa que de broma no me ahogo con él, "¡Listo ahora ya me puedo ir!", recogí mi bolso que ya llevaban los cuadernos para la clase de hoy, me fui sin hacer mucho ruido para que mi madre no siga sintiendo que salí tarde, en el momento de que giro la perilla escucho a alguien decir

—Anabel ¿Adónde vas?—

Volteo lentamente mi cara nerviosa en recibir el regaño esperado, ¡me lo merezco por quedarme dormida!, nunca he llegado tarde... bueeenooo... no en los últimos tres meses, trago una bocanada de aire y murmuro vacilante diciendo —Al colegio...— ella se entrecoge para atrás y frunce el ceño, inquiriendo

— ¿Al colegio?—

—Si— asiento suavemente con la cabeza mirando para abajo

— ¿Por qué?—

Su pregunta me era tan extraña como su reacción "¿Cómo que porque? O ¿A caso no te distes cuenta?", subo mi cabeza observándola fijamente y hago casi su misma expresión de confundida que ella emana de su cuerpo y rostro, respondiendo

—Eehhh... porque tengo clase— exprese en un tono irreverente como si la estuviese corrigiendo por su inusual actitud e ilógica pregunta, ella contesta

— ¿En domingo?—

— ¿Ah?...—

Entre las dos hubo como diez segundo de silencio yo entrecogía los ojos porque estaba segura de que ayer fue domingo o "¿No?", mi madre se tapa la boca para no caer en una humillante carcajada de risa, igual me sentía extraña y seguí insistiendo

—¡Hoy es lunes!—

—Hehehehe... ¿Lunes? ¿En qué planeta? Mira el calendario— señalo el pedazo de cartón colgando en la pared debajo del reloj de la sala, yo quería estar segura y de hecho estaba más que equivocada

—Si hoy es domingo— murmure suavemente como si me lo estuviese diciendo a mí misma

— ¡Vistes!... hehehehe... bueno aprovechando que hiciste ese descubrimiento ve y lava los platos— ordena caminando a su habitación, yo estaba ruborizada por lo ridícula que me vi ya que tenía puesto el uniforme pero al mismo tiempo aliviada ya que hoy no iba llegar tarde "Fhuiissss... menos mal"

Sin EmocionesWhere stories live. Discover now