Ladronas de comida

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En Japón en la aldea Shiba o ciudad se estaba llevando a cabo una celebración por el cumpleaños de su guardiana Iza, Iza estaba recorriendo las calles en compañía de Izanamy, Izanamy estaba usando una camisa blanca de bordes negros con una playera azul de cuello debajo, usaba un pantalón negro y usaba muñequeras azul oscuras, en la ciudad era de noche y todo se veía mágico y alegre, los habitantes saludaban a Iza dandole felicitaciones por su vida, todos los puestos vendían comida, había juegos con algunos premios, Iza se gano algunos probaba comida junto a Izanamy, debido a su gran apetito los dos pudieron probar toda la comida de los puestos hasta quedar satisfechos, en todo el evento Iza no dejaba de sonreír alegre por ese día.

En los años pasados para Iza esa celebración era dura, su familia ya no estaba y siempre andaba sola pero ahora no lo estaba, tenía a un nuevo amigo junto a ella, aunque pasaron muchas cosas entre ellos en tan poco tiempo no había aclarado que eran con exactitud, ¿qué eran amigos, amantes, novios o solo fue diversión? No lo sabían y no lo querían pensar solo querían disfrutar de esa noche juntos, Izanamy si vio como Iza se divertía, participaba en diferentes juegos, comida tranquila con modales dignos de un dama, era cariñosa como madre y amable con las personas, se rió un poco y siguió a Iza en todo el evento, cuando terminaron Iza lo llevó a su lugar favorito, había un riachuelo en medio de un pequeño bosque, el riachuelo estaba lleno de lámparas de papa el en pequeños barcos de madera, las luciérnagas alumbraban la noches dandole un buen toque al ambiente, diferentes animales se acercaban a ver el evento, algunos recordaban a sus seres queridos otros solo recordaban a los que ya no estaban por protegerlos, el lugar se volvió tranquilo después de una hora, Izanamy llevó a Iza al castillo, ella se durmió rápido pero Izanamy tenía muchas ideas en la cabeza, regreso al riachuelo para ver su reflejo en el agua una vez más.

hay duda en tu corazón joven -dijo Cirenio sonriendo apareciendo detrás de él- dime ¿qué duda puede haber en alguien como tú? -Izanamy tenía la mirada baja sin saber qué decir- no tienes que decirlo ahora puedes decirlo cuando sientas que es el momento

Dime abuelo -dijo Izanamy tranquilo- ¿alguna vez has dudado si en verdad perteneces a un lugar? -Izanamy levanto la mirada viendo el cielo- ¿has sentido que no importa cuánto te esfuerces no puedes encajar? -apretó los puños un poco- yo pensé que lo tenía todo, lo más importante para mí pero eso se fue, se fue y no supe más, casi un año, casi un año sin saber lo que considere mi tesoro más valioso...-sus ojos se llenaron de lágrimas- ahora no tengo nada...

Si se como te sientes -dijo Cirenio tranquilo viendo el cielo- yo era un joven tigre sin un lugar a donde ir, no tenía nada más que mi casa, pero me faltaba lo más importante -cerró los ojos y sonrió al recordar una tigresa anaranjada de baja estatura, luego recordó a una tigresa de bengala blanca con ojos café oscuros, era apenas una niña y luego cambió a la imagen de la tigresa adulta cargando a una bebe de lobo en sus brazos- el amor, yo lo perdí hace mucho tiempo pero me quedo mi hija, cuando mi hija creció me dio doble felicidad, dos nietas hermosas, y después mi nieta más grande me da a mi primer bis nieto, mi vida a estado llena de felicidad y tristeza, pero sí encontré a donde pertenecía y fue aquí, encontré el amor, la felicidad y la tristeza -Cirenio sonrio- el lugar al que pertenecía fue el lugar donde me encontraba originalmente, el lugar al que perteneces es donde tu corazón te dice que quedes -Izanamy abrió los ojos sorprendido viendo su reflejo en el agua, por un momento pudo que su reflejo estaba partido a la mitad como si le faltara algo, el lo entendió parte de sí mismo se había perdido y no sabia que hacer- piénsalo un momento estoy seguro que hallarás tu respuesta dentro de poco

Izanamy solo se quedó ahí, se sentó en suelo y cerró los ojos cruzando de brazos, tratado de darle orden a sus pensamientos, el tiempo pasó y se cumplieron los tres dias que había dicho Cirenio para que fueran ayudar a China con su crisis y también para que Izanamy e Iza volvieran a China a buscar las espadas que Mono les había robado, durante ese tiempo la comida en todo el Valle comienza a acabarse, el señor Ping se estaba preocupando sus ingredientes se estaban acabando muy rápido, igual en todos lados ya no les estaba quedando mucha comida, en el palacio de Jade Mantis estaba saltando de lado a lado preocupado mientras mordida su tenaza, frente a él estaba Hinata la cual no podía dejar de ver al insecto.

Kung fu TigresaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora