La admiración de Tigresa

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Después de que Po había salvado a Tigresa de Fung y su banda de inútiles Tigresa empezó no solo a admirar a Po sino a tener una especia de sentimiento hacia el, era de noche en el valle y Po estaba corriendo y saltando entre los tejados viendo a los ciudadanos los cuales aún tenían actividades en la noche, la noche estaba tranquila y Po solo se quedo viendo la luna de brazos cruzados, movió un poco las orejas escuchando al detrás de el.
No hace falta que me cuides Víbora -dijo Po calmado era verdad detrás de el estaba Víbora-
Solo vine a buscarte por que el maestro dice que no debes salir fan tarde para buscar peleas -dijo Víbora seria-
Hace dos días ayude a una joven tigresa que estaba siendo atacada por Fung -dijo Po serio-
Y esta es tu excusa para salir de noche? -dijo Víbora sin creerle Po no dijo nada- bueno vamos el maestro se enojar contigo todavía más -Po solo se limitó a suspirar un poco-
Bien ya voy -dijo Po serio y los dos regresaron al palacio solo para que Po se topará con Shifu el cual se veía algo molesto-
Me puedes explicar por que saliste tan tarde al valle? -dijo Shifu molesto-
Perdón maestro pero aveces los bandidos salen de noche y atacan a los demás -dijo Po serio- por esto bajo al valle y veo en los tejados
Ya veo pero de todas maneras bajaras y subirás cien veces las escaleras como castigo por desabre decirme -dijo Shifu serio y Po asintió, Po se retiro y Víbora lo siguió, Shifu suspiro- hay que voy a hacer con este muchacho?

Se nota que ya esta pasando por la rebeldía y la edad de las travesuras -dijo Oogway sonriendo-
Si maestro ya me lo ha dicho pero a veces parece que ni quiere razonar conmigo -dijo Shifu cansado y suspiro- que debería hacer?
Debes darle un poco mas de libertad si lo sigues presionando así si terminara haciendo un rebelde -dijo Oogway riendo un poco- solo dale tiempo ya se le pasara -Shifu vio en dirección de los dormitorios, Po había entrado a su cuarto y se recostó dejando sus brazos como almohada y doblo un poco las piernas pensando un poco-
Tanto entrenamiento y demás y no tengo un buen rival quiero a alguien con quien pelear -dijo Po serio viendo el techo- quiero enfrentarme a mi igual -Cerro los ojos y se durmió un poco-
A la mañana siguiente Tigresa se despertó como siempre y ayudo a su padre a poner las mesas para el restaurante, cuando salió vio el pueblo y sintió la brisa del aire, respiro hondo y tranquila, comenzó su rutina de siempre y se fue a la escuela, ella estaba dando la clase debido a que la maestra de siempre se había enfermado, solo puso a los pequeños a repasar su lectura un rato cuando llego la hora del receso escuchado como los niños estaban gritando y lanzando sus muñecos diciendo algunas cosas.
Puño de poder -dijo un conejito con una figura de Po en madera-
Alas de justicia -dijo una cabra macho pequeño usando una figura de Grulla, ambos niños estaban corriendo de una lado a otro mientras chocaban sus juguetes, Tigresa salió del salón y los vio, sonrió un poco enternecida pero en llegó un pequeño niño con un rollo entre las manos-
Amigos escuchen ya salió! -dijo el pequeño cerdo llamando la atención de los demás niño-
Enserio la tienes ahí? -dijo un conejito y el cerdito asintió, abrió el rollo revelando que era una imagen de Po haciendo la postura del estilo del dragón, usaba su ropa de cuando había ido a su primer torneo de Kung fu, se veía ya llamar como era ahora, detrás de el estaba el árbol del durazno con el sol dandole un resplandor de energía dorada, los niños estaban mas que asombrados viendo la imagen de uno de los cinco furiosos, a Tigresa tambien le llamo la atención "se ve muy guapo" pensó sonrojándose viendo la imagen-

Pequeño me puedes decir donde encontraste esa imagen? -dijo Tigresa sonriendo nerviosa-
Maestra la venden en sus puestos donde se compran las figuras coleccionables de los cinco furiosos -dijo el cerdito sonriendo y Tigresa le agradeció, regreso al salón y busco su bolso, tenía mucho dinero por sus pagas y casi no lo gastaba, solo usaba su dinero para ropa o medicinas si las necesitaban, cuando terminaron las clases se puso un sombrero y enredo su cola en la cintura para que pareciera un cinturón, solo encorvo para caminar un poco, fue con el vendedor y se compro la última imagen que había salido de Po específicamente de el, solo la tomo, la pago y se fue corriendo hasta su casa sin saludar a su padre el cual estaba confundido viendo a su hija, en su cuarto abrió la imagen y se quedo viéndola un buen rato suspirando de amor hacia el-
No se que me pasa pero creo que estoy enamorada de ti maestro Po -dijo Tigresa sonriendo, se acostó en su cama boca abajo y elevó sus pies sin dejar de ver la imagen la cual estaba frente a su cama, parecía una colegiala enamorada-
Tigresa hija puedes venir a ayudarme? -dijo el señor Ping desde afuera del cuarto sacando a Tigresa de sus fantasías-
Si ya voy papa -dijo Tigresa aburrida se cambio la ropa poniéndose una camisa china roja con la parte de abajo saliendo un poco por debajo de su cintura, se puso un pantalón negro ajustados a sus piernas, solo suspiro un poco y vio la imagen por una ultima vez sonriendo- solo bajo a ver a su padre- en que necesitas ayuda papa? -se puso un delantal blanco que siempre usaba-
Podrías atender la mesa seis creo que te va a gustar -dijo el señor Ping sonriendo de forma picara Tigresa ladeo la cabeza un poco sin entender nada y salió con una libreta para tomar los pedidos, cuando llego a la mesa casi grita de emoción al ver a los cinco furiosos ahí reunidos, Mono, Mantis, Grulla, Víbora y por ultimo su querido Po, los cinco tomaron una mesa mientras conversaban pero Po se notaba algo aburrido, Tigresa empezó a temblar un poco sin saber que decir así que trato de actuar con normalidad-

Kung fu TigresaWhere stories live. Discover now