Recesos

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En el valle de La Paz se escuchaban los gritos de Ti y el señor Ping los cuales estaban en una discusión en el restaurante, el señor Ping había salido de la cocina gritando y lanzando cuchillos hacia Panda, gracias a su elasticidad y entrenamiento Panda pudo esquivar los ataques del señor Ping y quedar pegado a la pared del restaurante con los cuchillos concentrados más que nada en la zona de la entrepierna, Ti logró contener al señor Ping en sus brazos, todos los clientes se fueron quedando lo Panda, Ti y Ping en el restaurante, Ping les dijo que se fueran al cuarto en la parte superior de la tienda, Ti estaba caminando a su cuarto con Panda detrás de él, apenas entro a su cuarto recordó las cosas que tenía ahí guardadas, tenía pósters de Panda semi desnudo y en varias poses heroicas, sus juguetes y demás cosas de Panda hasta novelas.

Bien ¿este es tu cuarto? -dijo Panda detrás de Ti en las escaleras-

Ah...¡No entres! -Ti grito y cerró la puerta en la cara de Panda dejándolo confundido- espérame a fuera Po yo...yo...debo arreglar algunas cosas primero -Panda se quedó afuera esperando mientras escuchaba como Ti revolvía las cosas y demás, en el cuarto Ti tomó su póster favorito de Panda con el cuerpo desnudo usando sólo un pantalón, lo rollo y lo guardo dentro de un armario, siguió viendo a los lados y decidió seguir guardando todo en el armario de su ropa, se le pego al pie derecho cuando lo vio se sonrojó al extremo, era un dibujo hecho por ella de cómo serían su familia con Panda, eran ella, Panda y un par de bebes tigrillos con rasgos de pandas, se encariñó y lo guardo en su escote-

Ti ¿Ya puedo pasar? Tu padre me está viendo feo con un cuchillo grande en las manos -dijo Panda intranquilo mientras que el señor Ping lo estaba viendo feo sujetando un cuchillo en las manos, Ti abrió la puerta sonriendo-

Si ya pueden pasar -dijo Ti sonriendo nerviosa, los dos machos entraron mientras que Panda tenía problemas para pararse bien en el cuarto, apenas alzó la cabeza se golpeó, Ti se la tallo sonriendo, el cuarto estaba hecho a la altura que ella tenía y como Panda era más alto tenía problemas-

Ya dejen de estarse tocando calenturientos -dijo Ping serio y molesto, los dos se quedaron firmes frente a él, él seguía golpeando su ala derecha con la hoja del cuchillo mientras los dos estaban nerviosos- bien muchacho dime ¿te piensas casar con mi hija? -Ping estaba molesto mientras que Panda y Ti se sonrojaron un momento- ¿se protegieron acaso? -el sonrojo aumento todavía más- ¿acaso le hiciste algo indebido a mi hija? ¿La obligaste? ¡Contéstenme ya! -Ping grito molesto y los dos estaban muy sonrojados-

Señor Ping espere mire primero calmarse y escúcheme -dijo Panda nervioso, lo único que vio el cuchillo pasando rodando su hombro y mejilla izquierdos, Panda se puso algo pálido al ver el cuchillo a su lado-

Te escucharé después pero ahora Tigresa Ping quiero una explicación, habíamos acordado que te cuidarías para llegar pura al matrimonio, no que le abrirías las piernas a este...este...este tipo -Ping estaba molesto levantando el ala derecha señalando a Panda el cual se quedó algo ofendido-

¡Papa! -Ti se sonrojo y se tapo la cara con las manos- si recuerdo eso de e llegar pura al matrimonio como decías, descuida me protegí, también estoy...en..celo -Ti se sonrojo y desvío la mirada- también...

¡¿Estás en celo y no lo dijiste?! -Ping grito sorprendido- sabía que no debí dejarte ir a ese viaje tan lleno de machos ¡Oh mi Buda mi hija se ha convertido en una seductora calenturienta! -Ping se puso a llorar sujetando su cara con alas-

¡Papa! ¡No eso no pasó! -Ti estaba ardiendo al rojo vivo por las confesiones de su padre, mientras Panda no sabia si irse o tener que quedarse para ver todo ese circo- ¡¿Me vas a escuchar o no?!

Bueno ya di lo que me tengas que decir, pero solo una cosa, si vas a decir algo hiriente que le rompa el corazón a tu pobre padre dilo con tacto y calma -dijo Ping llorando un poco fingiendo todo-

Kung fu TigresaWhere stories live. Discover now