Capítulo 7. Sentimientos ahogados.

Comenzar desde el principio
                                    

     Sousuke se preguntó si sabía lo que estaba haciendo o si solo era un delirio por la fiebre, si aquello solo era el delirio más tierno que jamás había presenciado.

"Maldita sea, Waterboy."»

     Los recuerdos abordaban a Haru como fogonazos y decidió que no quería recordar más. Había estado enfermo y quizás todo aquello simplemente había sido un extraño sueño de esos que se tienen cuando la fiebre es alta. Pensó que si quería saber algo de lo que había pasado el día anterior lo más sensato sería preguntarle a él.

     Al bajar las escaleras de su casa por un momento sintió vértigo, ¿Siempre habían estado tan empinadas? Con cuidado comenzó a bajarlas, temeroso de que en alguno de los pasos que estaba dando sus rodillas decidieran que era un buen momento para doblarse.

     Tras unos tortuosos segundos por fin llegó a la cocina; aunque estaba enfermo tenía ganas de tomarse un café. Para su sorpresa ya había café preparado y él no lo había hecho. Sousuke... Pensó calentándose una taza.

     Apoyó los labios en el borde y por un momento se dejó embriagar por el olor del café que Sousuke presuntamente le había hecho. La taza humeaba y aunque estaba muy caliente al tener las manos tan frías agradecía aquel calor. Al mirarse los dedos recordó el viaje en moto, cómo sus manos rozaban las caderas de Sousuke y cómo le obligaba a aferrarse más a él; Sus manos estaban heladas y él caliente pero no parecía importarle. La calidez del cuerpo de Sousuke había sido sustituida por una taza de cerámica y no sabía muy bien qué prefería más.

Y de nuevo no quiso seguir pensando.

     Alzó la mirada y se dio cuenta de que su teléfono estaba en la otra esquina de la mesa. Dolorido y agarrotado se estiró para cogerlo y por lo menos decirle a Makoto que estaba bien antes de que llamase a los geos y le tirasen la puerta abajo. Al desbloquear el teléfono se dio cuenta de algo que jamás se hubiera esperado.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.





     Casi en un abrir y cerrar de ojos había pasado una semana, una larga semana sin saber nada de Haru; No directamente. Pero el no hablar no evitó que dejase de pensar en él, es más, podría haber jurado que nunca había pensado tantísimo en ese chico. Cada dos por tres se encontraba a sí mismo reviviendo en su piel el último día que estuvieron juntos, rememorando aquellos dos atormentados ojos azules, aquellas lágrimas resbalar por sus mejillas, aquel sentimiento de querer sostenerle entre sus brazos toda la noche... De vez en cuando sus manos recordaban el tacto de su piel y deseaba tenerle más cerca. Quería hablar con él, claro que quería hacerlo pero estaba demasiado confuso y él demasiado ausente.

     Gracias a Rin supo que había ido al médico, y que por suerte solo padecía un constipado común, también sabía que se estaba tomando las medicinas y que no le habían dejado nadar en toda la semana. Por fin algo de cordura. Pensó al escucharlo.

Hurt. (Souharu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora