Eres Tu... Teddy? [Kanato - DL]

Agridulce

- Teddy, ¿tú tienes hambre? - El muchachito pálido preguntó al peluche, quien sólo se quedó en un silencio predecible. Jabato sonrió antes de tomar otro trozo de pastel de fresas con crema. - No te obligare a comer si no quieres, no te preocupes.

Entre charla y charla, el tiempo paso de prisa. Kanato realmente disfrutaba pasar momentos así con su gran amigo, era algo que lo relajaba.

Se levantó de la cama para estirar sus piernas algo adormiladas, notando de pronto la luz del sol entrando por el ventanal que daba al balcón. Estaba haciéndose de día.

Ya tenemos que dormir Teddy... Si, yo también lo lamento un poco. Fue divertido hablar contigo - Se acercó a las cortinas, y elevándose un poco con las puntas de sus pies, logró cerrarlas con eficiencia. Tomó a su peluche y el plato vacío antes de salir de la habitación.

Bajó las escaleras con algo de prisa, dejando el plato y tenedor sucios en la cocina, y luego disponiendose a volver a su habitación. Hubiese vuelto sin tardar más si no hubiese sido por unos ruidos dudosos que provenían del cuarto de Reiji. Sin dudarlo mucho se asomó a husmear.

Reiji. Haces mucho ruido, ¿A qué se debe? - Su voz sonó fría y autoritaria, lo normal con sus hermanos. El vampiro de gafas volteó en dirección a el, arreglando los dobleces de su traje. Kanato re-dirigió su mirada hacia una fuente un poco más pequeña que la del jardín. Estaba llena de un líquido magenta.

Estoy en medio de un experimento, que al parecer salió fallido... - Murmuró con molestia entre dientes. Tras un suspiro, se acercó al de menor estatura. - De todas formas, tu deberías estar durmiendo. Vete de aquí.

Quería saber que hacías eso es todo... ¿Para qué es esto? - Señaló el líquido en la fuente. Reiji negó con la cabeza, mientras esparcia unos polvos sobre la mezcla. Una explosión de tamaño minúsculo se pudo apreciar en algún lugar dentro del líquido.

El de cabello obscuro se quedó contemplando con seriedad el resultado de lo que había hecho instantes atrás. Kanato observó un poco más lo que ocurría, pero no fue capaz de comprender. Dio un suspiro antes de incarse en el piso; ese líquido lo tentaba a llevar su mano dentro de la fuente y tocarlo. Se dispuso a realizar la acción, pero antes de lograr su cometido, Reiji lo empujó al suelo con firmeza.

¡Kanato! Pudiste morir tocando eso. Es tóxico para nosotros. ¡¿Qué pasa contigo?! - Reiji parecía furioso. El de cabello lila se levantó con brusquedad, enfadado por la reacción de su hermano.

Yo-... - Antes de protestar, recapacitó y observó a su alrededor. Teddy no estaba en ninguna parte. Se desplazó desesperado por la habitación entera, observando por fin la fuente y su contenido.

Antes de que cualquier otra cosa ocurriera, Kanato comenzó a temblar. Cayó de rodillas al piso, y gritó el nombre de su peluche, ahora inalcanzable para el. Trató de abalanzarse dentro de la fuente de nuevo, pero Reiji se lo impidió.

¡No toques nada! Ya te lo dije, deja de hacer esto - Sin más fuerzas para luchar, el de menor estatura fue arrastrado fuera de la habitación por el joven de gafas. Las lágrimas se derramaban de los ojos lacrimosos de Kanato.

T-Teddy... - Repitió insistentemente con la voz quebrada por el llanto. Corrió en dirección a su habitación de nuevo, cerrando la puerta con llave, y acurrucandose sobre la cama a llorar.

Entre llantos y silenciosos gritos, pasó gran parte de la noche. Se sentía vacío sin el queridísimo amigo que lo había acompañado desde que era niño; el mismo regalo que su madre le obsequió en su infancia. Cerró los ya enrojecidos ojos a causa de las lágrimas, tratando de contener el llanto y dormir un poco.

Pasara lo que pasara, dudaba volver a salir de ese cubículo. La única persona que lo comprendía se había ido, y nada ni nadie, podía sustituir eso.

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Hey! Decidí editar esta historia y continuarla♡ es de hace muchos años y daba un poquito de asquito leerla ;w; espero que les interese y sean un poquito más pacientes para que llegue el final.

Muchas gracias por acompañarme todo este tiempo!♡