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La verdad es que todo empezó esa mañana.

Mía llegó a la torre Stark cerca de las diez de la mañana

- Señorita Mía – le dijo Jarvis – me alegro de verla otra vez

- ¿Mi hermano todavía no llega de su viaje?

- No, señorita. Pero puedo contactarlo para usted. En este momento está sobrevolando Nueva York con la señorita Potts.

- No, no será necesario.

- ¿Está pensando sorprenderlo?

- Qué crees Jarvis.

- Me ofrezco para jugarle una broma. Sobre todo después de que amenazó con desactivarme. Se ha vuelto muy salvaje después de lo de Nueva York.

Mía esperaría a Tony para sorprenderlo, mientras tanto se dedicó a inspeccionar la torre Stark, sabía que ella no era la única en el edificio. Los diez primeros pisos eran oficinas de investigación, nadie importante al parecer, hasta que llegó al doce.

oOo

Bruce Banner trabajaba con Stark en sus laboratorios, tratando de olvidar todo lo que fuera posible de los sucedido en Nueva York dos años atrás. Especialmente quería olvidar a cierto personaje asgardiano que estuvo a punto de hacerlo matar a más gente, lo que incluía a Romanoff y Thor... bueno, quizá no tanto a Thor.

Pero eso se volvió un recuerdo tangible cuando una risueña muchacha, de no más de veinte años pasa frente a la puerta de vidrio del laboratorio en el que trabajaba. Tenía el cabello rojo, no como Natasha, un rojo vivo y flameante, unos ojos sospechosamente amarillos y una sonrisa traviesa. Bruce acababa de tener un déjà vu, un no muy agradable déjà vu... con la misma aura oscura y maliciosa de Loki.

- Debo estar volviéndome loco – dijo Banner pasándose los dedos por los ojos.

Intrigado por la mujer, decidió salir a investigar... solo para asegurarse de que no enloquecía. Apenas ella pasó por la puerta él salió a ver, pero no vio a nadie, ni siquiera en el pasillo. Quizás estaba algo cansado, tenía que convencerse de eso, a menos que ahora Loki pareciera mujer.

oOo

Así que Tony salió del elevador junto a Pepper... entonces Jarvis hace esa declaración que a Tony no le agradaba para nada.

- Señor... me temo que tenemos una ruptura de seguridad.

- ¿Una qué?

- Señor... mis protocolos básicos han sido reconfigurados

- No puede ser, te voy a desarman Jarvis.

- No sería la primera vez que lo menciona, señor.

- Esta vez va en serio.

Pero antes de que Pepper o si quiera Tony lo notara, una figura femenina joven y atlética cae del techo y lo agarra por el cuello tirándolo al piso mientras gritaba.

- ¡¡ATRÁPAME!!

Mía casi logra noquear a Tony, pero él ya estaba acostumbrado a esos saludos salvajes de su hermana.

- Te dije que iba a sorprenderte. Oh, te extrañe tanto hermanito – le dijo apretándole, deliberadamente fuerte, las mejillas como lo haría una abuelita.

- Soy mayor que tú ahora.

- Solo por fuera... ¡no te atrevas a decirme vieja!

MIAWhere stories live. Discover now