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El amor más verdadero es aquel que es inesperado.


Capítulo 11: Soñando despierto.

Matthew.

Trago la saliva. —Samantha, ella es mi madre. —susurro.

Mi respiración se corta. Mi pulso aumenta, y me niego a mirarla. Inmediatamente se siente un peso inmenso sobre mis hombros y como el aire en la habitación desaparece lentamente. Pasa una eternidad hasta que al fin puedo reaccionar. Eso, la foto, significa... significa que somos... ¿familia?

Se besaron.

¡Nos besamos!

¿Oh por Dios! ¿Qué demonios hicimos?

—¿Qué? —pregunta en un hilo de voz.

Me prometí hacerla feliz, me prometí no hacerla sufrir. Le prometí tantas cosas que ahora no voy a poder cumplir. Maldición.

—Nada. —sentencio en tono serio.

—Si te he escuchado. —afirma en un tono serio.

—¿Entonces para que preguntas? ¿Quieres que lo repita de nuevo? —la miro a los ojos. Sus ojos ya no tienen ese brillo, están vacíos, cristalizados y rojos.

¿Tan mal le sienta que seamos hermanos?

¿Y a ti? ¿Acaso te sienta bien?

No. No me sienta bien.

—Sólo quiero hacer creer que mis oídos me engañaron. ¿Cómo es posible esto, Russo? ¿Cuándo sucedió todo? Eres mayor que yo, eso quiere decir que tú fuiste el primogénito de mis padres. ¿Por qué mi madre te llevo a un orfanato? ¿Russo dónde está tu familia? —formula esa serie de preguntas y conclusiones tan rápido que siento mi cabeza doler.

—¿Quieres callarte? Esto no es algo sencillo, Samantha. ¡Somos hermanastros, joder! —vale, no estuvo bien desquitarme todo con ella. ¿Pero hermanastros? ¿En serio? De todas las personas en este asqueroso mundo, tiene que ser ella. ¿Qué es esto? ¿La máxima expresión del karma o qué diablos?

—Debería irme. —sentencia.

—Con que te vayas no vamos a resolver nada. De nada sirve andarle huyendo a los problemas, sólo estarás más cansada cuando ellos te alcancen —tomo su mano— Tranquila, no pasa nada.

Miento descaradamente, claro que pasa algo. Pasa de todo. ¿Cómo diablos le diré a mi estúpido corazón que no se agite cada vez que ella sonría?

—Pasa mucho, Russo. —rodea mi cuerpo con sus manos envolviéndome en un cálido abrazo.

Reparto caricias por toda su espalda tratando de calmar sus sollozos. Odio verla de esta manera, tan vulnerable.

—¿Qué haremos? —pregunta luego de unos minutos.

—Seguir con nuestro plan, duh. —hago pose de diva.

Ella suelta una carcajada. —No seas marica, Russo. Es de esta manera, si harás algo tienes que hacerlo bien. —hace una pose de diva.

Rio por lo bien que le salió. —Te salió bien sólo porque eres una niña mimada, te enseñan a hacer esas poses desde la cuna.

—Tenemos que descubrir la historia, la realidad de los hechos, los motivos, todo. Russo, prométeme que me ayudaras a descubrir todo. —me mira a los ojos.

—Lo prometo, Samantha. Prometo que encontraremos las respuestas juntos. —levanto mi mano derecha.

No sé cómo ni cuándo pero me dio una nalgada. —¡Oye! No toques la mercancía, casi me dejas sin nalgas. —chillo dramáticamente.

Muy Lejos De La Perfección [MLDLP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora