¡No Entres Ahí! [1° TEMPORADA]

6. Cuento de hadas.

Capítulo 6: "Cuento de hadas".

Emma.

Después de ese bochornoso, incomodo, odioso y celoso encuentro entre Nick y la rusa, James me trajo a mi casa y trato de consolarme, me dijo que si tenía que llorar, que lo hiciera, de algún modo el llanto me podría ayudar a regular la rabia y después le quería cortar las bolas, que lo hiciera; James y sus consejos. Lo primero que hice al llegar a mi habitación fue lanzarme a la cama, llorar y luego quedarme dormida.

Me desperté por una horrible pesadilla.

Iba caminando descalza por la calle central de la cuidad; no se veía ningún auto, ninguna persona, nada, salvo la luna, era mi guía. De pronto de unos arbustos salieron unas personas enormes, detuve mi paso y las miré. Me sacaban unas siete cabezas, el rostro de una persona estaba cubierto de musgo. Su vista se fijó en mí y comenzó a ir en mi dirección, los demás siguieron merodeando la calle, por mi parte me giré y me fui en dirección contraria. No pude seguir mi paso, ya que un gran vidrio me entorpecía, miré a la gran persona, bajó su mano y me empujó cayendo al piso, su mano me aplasto y solté un grito, la respiración me faltaba...

Y desperté con mi almohada empapada en lágrimas, mi respiración estaba agitada y mi cuerpo completamente sudoroso. Puse mi cabeza entre mis rodillas y traté de calmarme, porque si no lo hacía me podrían dar mis ataques de pánico. Tomé mi celular y comencé a revisarlo, tenía una que otra llamada de Sky, y un par de mensajes de Teo y James, ningún rastro de Nick y eso en el fondo de mi alma dolía como nunca.

— ¿Estas bien? —Mamá asoma su cabeza por la puerta de mi habitación y me sonríe— Cuando llegaste solo escuché el portazo de entrada, así que supuse que algo te había pasado, pero no quise venir a molestar de inmediato.

Ella entra y se sienta a mi lado, acariciando mi cabello.

—Solo discutí con Sky —dije con indiferencia y me encojo de hombros.

—Por lo que se, tú y Sky discuten más que Mark y yo, aparte al minuto ya están arregladas —sus ojos me escudriñan. Me debatía en decirle los nuevos sentimientos que estoy teniendo hacia Nick o inventarle algo, pero creo que a esta altura ya no me creería— Soy tu madre, puedes contarme lo que quieras, ya sea bueno o malo, yo estaré aquí contigo para apoyarte en lo que sea necesario.

—Es un chico —respondo rápido y tapo mi cara con la almohada.

— ¡Lo sabía! —Exclama entusiasta— ¿Cómo es? ¿Vive aquí cerca? ¿Cómo lo conociste? ¿Estudia? ¿Cuántos años tiene? ¿Lo conozco?

Bien, esto me lo esperaba, mamá es de aquellas personas que te preguntan hasta tu ID con tal de saber si eres fiable o no y si no ¡ay de ti! Si quieres meterte con Teresa Stewart. Y además lo hace para sacarme alguna verdad, siempre lo hace.

—Mamá, mamá —la interrumpí— Cálmate ¿sí? —Lanzo la almohada al suelo— Te responderé con sinceridad, pero por favor no te enojes.

Mamá asintió y comencé a responder en orden sus preguntas. Cuando terminé, su cara rostro estaba neutra, sin ninguna emoción.

—Es Nick —habla con voz dura— Te estas enamorando de tu hermanastro.

Corrección, ya lo estoy.

Hice un leve asentimiento con mi cabeza agachada y jugando con mis dedos, de pronto siento que mi vista se nubla y corren unas pequeñas lágrimas de mis ojos. Mamá se me acerca y pasa su mano por mi cara, limpiando todo rastro de lágrimas. Se lo agradezco.

—No te apenes Emma. Yo ya me veía venir esta situación, pero no ahora —frunce sus labios— Mark también lo sabía; ustedes no son hermanos, llevan solo el apellido, pero eso no significa nada, de alguna u otra manera esos sentimientos te iban a invadir, si se lo pasan la mayoría de los días juntos —antes de seguir hablando hace una pausa y me mira dudosa si seguir con su charla motivacional— Entiendo perfectamente cómo te sientes en este momento hija, en mi juventud me paso una experiencia similar a la tuya.