¿Y si...? (Zauren)

Capitulo 29

DESPUÉS

Después de estar casi una hora Cristian intentando convencerme de que me lleve a casa acepto; Cristian es el ex de mi hermana, siempre me ha caído genial, cuando de pequeña llegaba a casa llorando porque me habían vuelto a pegar siempre estaba él para abrazarme y que dejase de llorar.
Cuando lo dejaron mi hermana y él me sentí muy mal... ¿Quien iba a tranquilizarme ahora?
Por suerte Cristian me enseñó a plantarles cara, deje de tenerles miedo, aunque eso sólo hacía que me pegasen más, pero por lo menos ya no llegaba llorando a casa.
Verlo ahora a sido como poder volver a respirar.
Le he dado las gracias ya miles de veces, por todo. Por ayudarme a seguir adelante, por estar en mis peores momentos, cuando creo que ya no puedo más aparece él y me abraza.
Es increíble el efecto que puede causar un abrazo en el interior de una persona; ha conseguido recomponerme un poco más. Me ha hecho entender que si de verdad me quisiera, se quedaría conmigo siempre y no se iría y volvería cuando él quisiese. "Eres una estupida por esperarlo, se vive mejor sin esperar nada de nadie, así cuando te defrauden no tendrás de que sorprenderte" Tiene razón, cada frase que me decía tenía toda la razón del mundo, por eso lloraba, porque él me había quitado la venda que tenía en los ojos y me había atado el pelo, "Ahora estás mas guapa y menos ciega" Yo me reía llorando porque esa frase se la había visto a miles de chicas por el Facebook.
- Que original que eres diciendo a chicas con el corazón roto frases del Facebook.
El se ríe irónicamente y me abre la puerta del coche - Por lo menos te he hecho reír - sonríe.
- ¿Continúas viviendo donde antes?
- Umm no... Cuando mis padres se separaron a mi madre no le quedo otra opción y dejo la casa en venta, ahora vivo en casa de mi abuela. - Intento sonreír pero fallo en el intento. Él asiente y se enchufa un cigarro, me lo ofrece y acepto.
- Eres una mocosa cuando te conocí y ahora mírate, te pareces muchísimo a tu hermana.
- ¿En el blanco de los ojos no? Por Dios Cristian, tienes que mirarte mejor lo de la vista. Ella tiene los ojos marrones, pelo castaño y es bajita, yo tengo los ojos azules pelo negro como el carbón y soy alta. Creo que las diferencias están claras.
- ¿Sabes? Tu hermana también lloraba a tu edad, y era yo quien la consolaba porque un hijo de puta no le quería como se merecía. Por eso me recuerdas a ella, porque dejáis pasar a posibles por esperar a imposibles y eso es un grave error. Dejad de buscar la felicidad en el mismo sitio donde la habéis perdido joder... 
Agacho la cabeza, bajo la ventanilla y me da todo el aire frío en la cara. Un enorme escalofrío me baja desde la nuca hasta abajo de la espalda, doy otra calada al cigarro y cierro los ojos; tal vez lo mejor será dejarlo pasar...