Capitulo 22

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DESPUÉS

Llevaba un mes sin saber nada de Zayn. La última vez que lo vi fue en el parque y estaba tan distante...
Estaba acostumbrada ya, cada vez que pasaba algo entre nosotros a la mañana siguiente hacía como si nada.
Me daba igual.
O al menos lo decía para convencerme a mi misma que me daba igual.
María José estuvo diciéndome que Zayn estaba muy pegado al móvil últimamente, que él y Chris se hacían señas casi todo el rato y pasaban mucho más tiempo juntos.
- ¿Te ha dicho algo Chris?
- No... Chris es como Zayn, no dicen absolutamente nada. Pero sé que algo tiene escondido... Su estado.
- ¿Qué?
Saque enseguida el móvil y lo comprobé, tenía un corazón. Un maldito corazón y no iba para mi. No dije nada, simplemente lo guardé.
- Por ahí viene. - María José me pego en el brazo para que levantara la vista y lo vi. Su cara iba apegada a la pantalla, ni si quería se le podía ver la boca. Se sentó al lado de María José y hizo un saludo con la cabeza y nadie le contestó.
Chris llegó unos minutos después y se sentó al lado de Zayn haciendo el mismo saludo que él.
Yo me levanté y me puse delante de ellos en unos bancos que habían cerca y me quedé observándolos, todos los que estaban en el parque los miraban. Los miraban esperando alguna reacción, algo que descifrase lo que estuvieran haciendo. Entonces Chris levantó la mirada y nos observo a todos. Le dio un golpe con el codo al brazo a Zayn y él levantó la mirada y nos observó también.
- Creo que deberías hablar con ella en casa, con lo cotillas que son no lo dejarán pasar...
Chris lo dijo lo suficiente alto como para que todos lo escucharan.
- No tienen porque enterarse de nada. A ellos no les importa mi vida ni con quien estoy.
Su voz traspasó mis muros y dio de lleno en mi corazón.
Me quedé mirándolo y el me miró a mi.
Sacudí la cabeza y mi muro volvió a estar firme. Este capullo no me iba a derrumbar.
Me levanté y simplemente dije adiós.
Era un adiós de "no me vas a volver a ver en unos cuantos días"
Las lágrimas inundaban mis ojos y no me dejaban ver.
Estaba llorando por la calle y apenas podía respirar.
Saque el móvil y decidí llamar a Lisa.
"Esta con otra Lisa, se besa conmigo y luego se va con otra, ¿que clase de capullo hace eso? No quiero ni verlo. No quiero saber nada de él. Quiero que se pudra en el infierno. En el mismo infierno en el que estoy yo metida por su culpa. Que sufra. Que se de cuenta de lo que está perdiendo. No quiero volver a verle... No quiero volver a saber nada de él..."
Empecé a sollozar. No podía respirar siquiera.
No había nadie en mi casa. Me tumbé en la cama y colgué el teléfono dejando a Lisa hablando sola.
Lloraba y lloraba abrazándome a la almohada. Estaba rota. Rota por dentro. Lo notaba a cada respiración lenta que daba.
Miré en mi estantería y allí estaba ella. Sin pensarlo me levanté y cogí la cuchilla. Me senté en el borde de la cama y empecé a rajarme la piel.
Lo necesitaba. No pensaba. No sentía dolor. No sentía nada.
Las sabanas sé mancharon de gotitas de sangre que iban cayendo de mi muñeca. Deje caer la cuchilla al suelo y me levanté.
Fui a la cocina y miré todas las pastillas que habían.
Busque las que mi madre utilizaba para dormir por las noches.
3 minutos mas tarde estaba con 3 pastillas en la mano y buscando un vaso de agua.
Lo último que recuerdo es suplicar una y mil veces que él volviese.

¿Y si...? (Zauren)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora