Becks Los Niños de ojos Negros

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Entre las muchas leyendas urbanas que uno puede encontrar, hay una que es especialmente aterradora y hace pensar. ¿Te ha pasado alguna vez que un niño llamó a tu puerta para pedir un vaso de agua o si puede usar el servicio? Es posible que sí, es posible que no. Sea cual sea la respuesta, te recomendamos de ahora en adelante primero asegurarte de que ves los ojos del personaje que te acaba de visitar. De lo contrario, puedes llevarte una muy mala sorpresa.

¿Y qué pasa con los ojos que son tan importantes? Bueno, además de ser el espejo del alma que nos permite ver las intenciones de la persona con la que interactuamos... tienes que asegurarte que están allí. De lo contrario puede que en frente tuya esté presente uno de los "Becks". 

Se trata de los niños de ojos negros, llamados comúnmente "Becks" (del inglés: black-eyed children). Las primeras historias empezaron a aparecer en 1988, a partir de un relato de un periodista que afirmó haberse encontrado con estos niños. No se sabe qué exactamente que son los becks, pero se sabe que adquieren forma de personas jóvenes, a menudo niños, y acechan a su víctima.

Los niños de ojos negros se acercan en silencio pero con fuerza a tu casa. Insisten en que quieres usar el teléfono, beber agua o utilizar el servicio. Por alguna razón, los niños desprenden mala energía, acompañada por sentimientos de miedo, amenaza y agobio.

Cuando les miras a la cara, resulta que sus ojos son completamente negros, no tienen iris, pupila, ninguna parte blanca, sino un espacio completamente negro. Para acercarte la figura de los niños de ojos negros, te vamos a presentar el testimonio de una de las personas que se encontraron con este fenómeno.

"Me encontré con muchas historias de los niños de ojos negros pero creo que ninguna de ellas se acerca a lo que yo he vivido cuando les dejé entrar en mi casa. Mucha gente dice que te va a matar si les permites entrar, pero puedo decir que eso no es verdad."

"Estaba sentado en mi habitación cuando me llegó el tocar a la puerta. No era muy tarde, por eso no dudé en abrir la puerta a la persona que estuviera llamando. Cuando abrí la puerta, vi a dos niños, los dos mirando al suelo. "¿Sí?" pregunté al más alto de ellos. Me respondió que se habían perdido y si podían pasar porque el otro necesitaba ir al baño. Vivo en una zona en la que uno se puede perder fácilmente, así que asumí que decía la verdad y estaban mirando al suelo por vergüenza a molestarme, aunque el que me habló tenía una voz muy segura y decidida." 

"Les dejé pasar y el que quería usar el baño dirigió sus pasos directamente arriba. Le dije que estaba a la derecha. No sé cómo es posible que no me pareciera raro, probablemente asumí que en todas las casas el cuarto de baño está arriba y que era un niño pequeño, no pensé en otra cosa. Mientras tanto le dije al otro que el teléfono estaba en la sala de estar. Dijo "gracias" y se dirigió hacia allá." 

"Seguí al otro chico y de repente empecé a sentir que algo muy malo iba a pasar dentro de poco. Me puse nervioso y empecé a tener escalofríos. Todavía no sé cómo explicarlo, pero el niño se aproximó al teléfono y se paró. "¿Todo bien?" pregunté. Él se dio la vuelta muy despacio y me miró a la cara. Fue entonces cuando pude ver por primera vez sus ojos y creedme que nunca me libraré de esa imagen en mi vida. Estaba tan aterrado que no pude ni siquiera gritar, sólo me di la vuelta para ver que el otro niño estaba al final del pasillo."

"Sentí como me mareaba cada vez más y tenía dificultades en levantarme. Se acercó a mí y dijo que habían sido enviados para recogerme. Seguía sin poder mirar su cara. Ma aparté de él y salí corriendo por la puerta, cerrándola desde el otro lado. Estaba tan desconcertado que no pensaba lógicamente, es algo que no pasa ni en películas. Después de pasar aproximadamente una hora, me atreví a correr a la puerta trasera de mi casa, la abrí y corrí hasta la parte trasera de mi jardín, salté la valla sin mirar atrás ni una vez."

"Mi amigo vivía cerca, asi que decidí acudir a su casa. Le conté la historia y me parece que no me creyó. Le convencí de que vinieramos a mi casa. Una vez allí, miramos por toda la casa pero no dimos con los niños. Sin embargo, desde aquel suceso, sueño a menudo que los niños de los ojos negros están junto a mi cama, estirando las manos en mi dirección. ¡Espero que no vuelva a verlos nunca más!"

Esta es la historia de una de las víctimas de los niños de ojos negros. Como hemos dicho, no se sabe si son demonios, vampiros, espíritus u otra cosa que desconocemos, o si es un engaño. Sin embargo, vale la pena recordar lo que decía mamá de no dejar entrar en casa a gente desconocida. Y menos si no vemos claramente quienes son y cómo son sus ojos...

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