Capítulo 30: "No"

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"Why can't you hold me in the street? Why can't I kiss you on the dance floor? I wish that it could be like that. Why can't it be like that? 'Cause I'm yours"

Fragmento escrito por Camila Cabello

Camila estaba desesperada por llegar. El camino de dos horas se le había hecho eterno porque deseaba con todas sus fuerzas abrazar a Lauren por horas y darle un beso. Sus manos temblaron de anticipación, mientras sus ojos se cerraban al apoyar el rostro sobre la ventana con cuidado de no dañarse el fuerte golpe de la noche anterior que había hecho que parte de su frente se cubriera con un color purpura que era muy desagradable.

Pero el golpe era el menor de sus problemas. Lo único que deseaba era estar con la mujer que amaba. Ver sus hermosos ojos verdes y perderse en ellos. Perderse en ese mundo donde ellas podían estar juntas. Donde podían besarse en la calle, en una pista de baile. Donde podrían vivir su amor sin tener que mentir constantemente. El amor era un sentimiento tan puro que no debía ocultarse. Camila suspiró mientras tocaba su frente adolorida tratando de controlar sus emociones. Necesita a Lauren.

"Lauren, te necesito tanto mi amor".

Había pasado un solo día sin ella y se estaba volviendo loca. Estaba desesperada por verla. Y ese sentimiento de necesidad la estaba asustando muchísimo. Veinticuatro horas y se estaba volviendo loca. ¿Qué pasaría cuando los tres meses llegaran a su fin y jamás la volviera a ver?

Ese pensamiento era tan aterrador que Camila lo borró de su mente mientras el coche avanzaba y el silencio lo llenaba.

—¿Qué tanto miras por la ventana y suspiras?—preguntó Jason secamente—. ¿El golpe te dejo más tonta? —dijo riendo suavemente y Camila simplemente se encogió de dolor ante sus palabras.

—Me duele la cabeza—dijo Camila suavemente.

—No quiero que se te ocurra mencionarle a nadie lo que pasó. Yo diré que como eres tan torpe te caíste por las escaleras. Seguro Ryan y Lauren no hacen preguntas porque no lo van a dudar.

Camila vio los arboles con la mirada triste. Lauren le preguntaría por el golpe y no quería mentirle. Pero la perspectiva de que Lauren supiera que Jason aparte de maltratarla psicológicamente lo hacía físicamente era aterradora. Lauren jamás se quedaría callada y seguramente la detestaría por su cobardía. Camila no quería perderla.

—Espero que Ryan finalmente terminara—dijo Jason de repente sacando a Camila de sus pensamientos.

—¿Terminara? —preguntó suavemente.

—Me llamó al hotel preguntándome si podíamos quedarnos más tiempo—dijo Jason riendo—. Parece que el idiota tuvo suerte con tu amiga la cantante anoche. Y quería tener más tiempo con ella.

Camila sintió que le clavaban un puñal en el corazón. Su mente la golpeo con imágenes que hicieron que su corazón empezara a quebrarse. Sus manos temblaron. Lauren no. Lauren era suya.

No, por favor no.

—¿Tuvo suerte? —preguntó Camila sintiendo que sus ojos se llenaban de lágrimas.

—Pues seguramente pasaron haciéndolo por horas—dijo Jason riendo—. Lauren se ve de esas mujeres que le gusta el sexo día y noche. Por lo que le entendí a Ryan, no se la quitaba de encima.

Camila cerró los ojos horrorizada por la ola de dolor que atravesó su cuerpo. Fue tan fuerte que un pequeño gemido salió de su garganta haciendo que Jason se girara para verla unos segundos. Estaba viviendo una pesadilla. Una pesadilla horrible donde le decían que la mujer que ella adoraba había estado con otra persona. Una persona que podía estar con ella sin esconderse. Una persona que había prometido ante un altar estar con ella siempre. Su esposo.

Amanecer en Vancouver (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora