—Hey, deja de reírte y ayúdame a pararme —La persona me tendió la mano y me paré rápidamente sacudiendo mi pantalón. Luego golpeé su brazo.
—Auch —Tocó su brazo. Era un chico debía aclarar. Tenía unos lentes oscuros puestos.
—Eso te pasa por tumbarme.
—Lo siento nena —Rodé los ojos e iba a irme pero aquél chico tomó mi muñeca —. ¿Soy tan poco deseable que no te acuerdas de mí?
—No me acuerdo de personas que me tiran al piso.
—Y yo que te había cargado para que no te doliera tanto el tobillo —Miró mi pie y lo miré mejor.
—Mierda Tom.
—Esa boquita —Dio un leve golpecito con su dedo en mis labios.
—Disculpa por no reconocerte —Él se quitó sus lentes y tenía un golpe en su ojo. No había notado su labio levemente roto —. Dios Tom ¿quién te hizo eso?
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—No es importante.
—Claro que si —Me acerqué tocando su golpe. Él se exaltó por el dolor —. Esto es reciente.
—Fue hace rato.
—¿Por qué no dices? —Lo golpeo en el brazo y él se queja.
—Porque no es importante.
—Claro que si, es más, ven conmigo —Agarré su mano y lo dirigí al hotel para intentar curarlo. Empezamos a caminar a la par.
—Vamos Scarlet, no necesitas hacer esto.
—Cállate Tom —Marqué el piso y las puertas del elevador se cerraron. Tom acarició mis nudillos con su pulgar.
—¿Por qué haces esto?
—Porque tú me ayudaste en el bosque —Las puertas se abrieron y lo arrastré a mi habitación. Al abrir Lauren no estaba así que lo senté en la cama —. No te muevas.
—No pensaba hacerlo —Me sonrió y fui al baño para buscar alcohol y algodones.
—Cierra los ojos —Él lo hizo y pasé un algodón por su labio. Él se quejó —. Quédate tranquilo —Mordió su labio y quedé un minuto observándolos.
—¿Scar?
—¿Ah? —Él abrió sus ojos. Apreté fuertemente el algodón por su labio. Pegó un grito.
—¡Mierda!
—Disculpa, disculpa.
— Eres mala atendiendo a tus pacientes —Lo miré ofendida y dejé de curar su labio para alejarme —. Hey, es mentira, vuelve.
—No hablo con idiotas.
—Pues aquí me tienes, en tu cama —Volteé a mirarlo mientras me observaba divertido.
