Capítulo Cinco: 2/2

310 56 28
                                    

Harry:

A pesar de que los días pasaban, él no se podía acostumbrar a la presencia de sus nuevos compañeros. Louis no le molestaba en lo más mínimo. Solía ayudarlo con los animales y en la cocina. Era bueno arreando el ganado, pero malo a la hora de montar un caballo. Harry siempre reía cuando Louis no alcanzaba el lomo de la yegua más pequeña que tenía en su establo. Le gustaba poder pasar tanto tiempo con él, pues había aprendido mucho más de Lou en las cortas dos semanas juntos que en todos esos meses que se veían una vez por semana, con suerte.

En cuanto al chico rubio... Tenía sus dudas. A cada rato le parecía sospechoso. Nunca había tenido tiempo de tener una conversación privada con Niall, pero aun así seguía desconfiando de él. Es verdad, era demasiado inocente para haber matado al Rey con sus sucias manos, pero sabía que algo había hecho. Y ese secreto era lo que Harry deseaba descubrir.
Niall no colaboraba mucho, y eso era debido a que el dueño de la estancia no lo dejaba. A veces lavaba los trastos, otras la ropa que luego tendía. Tampoco tenía permitido subirse a sus caballos, ni acercarse a las vacas u otro animal.
Y luego había días en los que Niall solo se iba a pasear por el prado frente a la casa de Harry. Claro que el rizado no lo perdía de vista. Al menos no después de que una tarde el menor regresó corriendo, acalorado y gritando que debía esconderse porque la Guardia Real estaba llegando.

Ese si que había sido una tarde caótica.

Niall había salido, estaba recostado sobre la maleza unos cuantos metros alejado del hogar. Miraba el cielo, vaya a saber uno que era lo que le pasaba por esa loca cabecita.
Louis y Harry estaban dentro de la casa tomando el té, hablando entre risas sobre lo divertido que era ser marinero, aunque Harry no pensara lo mismo.
De repente, habían oído los alaridos de terror de Niall. Salieron a toda prisa a ver que era lo que había alterado la modesta paciencia del chico. Se acercaba a toda prisa, agitando sus brazos.

-¡Corran!- Gritó. Los otros dos no comprendían cual era el exabrupto. -Guardias, miles de ellos.

-¿Que ocurre, Ni?- Preguntó Louis cuando el menor los alcanzó agotado.

-Estaba allí cuando escuché el galopar de sus caballos.- Harold y Louis escudriñaron sus ojos en busca del más mínimo indicio de los guardias. Pero no vieron nada. -Desde el suelo. Se puede escuchar mejor.- Dijo pausadamente, intentando recuperar su aliento. -Hay que esconderse.

-Tu escóndete, esta es mi casa.- Harry no parecía creerle, de hecho nunca le creía nada. Louis lo miró algo disconforme con la respuesta y luego tomó por el hombro a Niall para llevarlo a la parte trasera de la casa.

Niall se metió en una caja un tanto pequeña que Louis luego tapó con una manta. -Haz silencio.- Le había dicho.

Luego de unos tantos minutos de espera, descubrieron que realmente estaba la Guardia Real llegando a su puerta.

-¿A ti no te buscan?- Preguntó Harry mirando a Louis, reflejando miedo en sus ojos. ¿Qué podían hacerle a él si encontraban a Niall escondido en su casa? Louis negó reiteradas veces.

Eran al rededor de 15 caballeros los que llegaron, pero solo uno bajó de su semental. No parecía para nada aterrador. Su armadura no estaba puesta, tenía poco cabello y sus ojos eran cálidos.

-Buenas tardes.- Dijo con un tono dulce en su voz, relajando a ambos chicos. -Buscamos a este joven.- Sacó de uno de sus bolsillos un retrato algo tosco y no muy bien hecho de Niall. Harry sintió como una gota de sudor comenzaba a acariciarle la sien.

-Es quien mató al Rey.- Dijo Louis, actuando completamente natural. -Todo el mundo lo busca.

-Si, así es.- Dijo el hombre. -Resulta que no solo mató al Rey, si no que le robó un objeto muy preciado. Un obsequio, una cofre pequeño, que sería para el Reino vecino.

Dragon Age (LarryStylinson)Where stories live. Discover now