Cartas De Un Suicida Desesperado (En Pausa) (Pronto Nuevas Cartas)

Carta 5

Mi buen amigo:

Tengo buenas noticias. Hoy en efecto amanecí feliz. No entiendo como pero desperté como el chico feliz y alegre de siempre. Y que bueno porque hoy vamos ir a ver a mi abuelita, amo ir con ella. En las películas, caricaturas o cualquier tipo de programación donde salen abuelas, todas, absolutamente todas hacen disque unas galletas exquisitas supuestamente las mejores. Pues la mía es algo parecido, pero te presumo que ella hace unos chilaquiles que te dejan chupando los dedos, toda su comida le queda exquisita incluso mejor que mi mamá – pero no quiero que mi mama lo sepa porque se pondría celosa y luego ya no me hacen de comer, así que esto queda entre nosotros –. Ella ha estado un poco enferma últimamente, pero tal vez la comida ya está hecha. Pensaras lo único que me importa es comer, pero lo piensas mal.

En trayecto del camino tuve una pequeña conversación con mi hermano (por cierto mi hermano se llama Julio), bueno creo que esa no fue una conversación. Le conté lo que me había dicho Mindi.

-Oye Julio – le dije

-¿Qué paso Engel? –me pregunto

- Creo que soy bipolar – dije con media sonrisa

-¿Por qué lo dices? – me preguntó

- Es que en veces cambio de emociones – respondí – cuando estoy feliz, solo boom ya estoy triste.

-No, no eres bipolar –me dijo. Mientras lo pensaba un poco y formaba una sonrisa un poco sarcástica -.

-¿Ah no? – Pregunte haciendo también una sonrisa-.

- No, claro que no lo eres – me dijo

- ¿Entonces qué será?

-No eres bipolar – me dijo con la misma sonrisa – solo eres un niño estúpido que quiere llamar la atención.

Cuando dijo eso, la sonrisa que tenía ya en mi rostro se desvaneció hasta quedar con una cara sola demostrando seriedad.

Cuando ya hemos llegado a la casa de mi abuelita no nos recibió como de costumbre – cada vez que la visitamos ella está en la puerta y yo corro a abrasarla, lo se tal vez soy un poco infantil pero la emoción me gana- ahora la puerta está cerrada. Al entrar ella está sentada en el sofá. Huele delicioso así que la comida ya está hecha. Mi abuelita se ve un poco decaída.

-Abuelita, ¿cómo estás? – Pregunte mientras me sentaba junto a ella –

-Más vieja y cerca de allá abajo- era la expresión que siempre decía -.

-¿Qué hiciste de comer abuelita? – pregunte con una sonrisa grande-.

- ¡ENGEL! - me regaño mi madre

- No te preocupes hija- ella es la mamá de mi mamá- hice algo muy rico mi niño.

-Pues de tu comida me gusta toda, pero a ti que no te queda rico. Así que genial- exclame

- Vamos a que comas- me invito mi ella-.

La verdad es que si la veo un poco enferma no es la misma d siempre aunque intenta serlo. Ya sentados en la mesa mientras mi mama ayuda a servir la comida.

-Come hijo- me dijo mi abuelita

-Gracias - dije con una sonrisa- podría hasta lamer la cazuela con tal de no dejar sobras.

-Claro que si hijo tu come lo que quieras.

- Dicen que la madres forman y las abuelas deforman. Así que abuelita defórmame.

- Ay Engel tu siempre con tu buen humor- dijo mientras reía un poco

.

Siempre cuando terminamos de comer mi abuelita nos o me ofrece chocolate caliente y dulces. Yo como siempre los acepto.

-Abuelita, ¿sabes algo? – exclame con una gran sonrisa, mientras me comía mis dulces.

-¿Qué paso mi niño? – me pregunto ella.

-Te quiero mucho.

-Qué crees, que no lo sabía- me dijo ella con una sonrisa- es la milésima vez que me lo has dicho.

-Y siempre te lo diré – respondí con orgullo – te quiero mucho.

Mi hermano no habla mucho en casa de la abuela, pero apuesto que él era igual de empalagoso que yo.

Las despedidas son duras pero pronto volveré a verla, me da un poco de tristeza dejarla a ella y sus consentimientos.

-Nos vemos pronto abuelita. Pronto vendré a visitarte.

-Adiós mi niño. Aquí te espero.

Nos retiramos a casa. Adiós.

                                                                                                    Tu buen amigo,

                                                                                                                      Engel.