Los días pasan y se desvanecen. Nunca cambian, y seguimos confundidos, no entendíamos para qué dirección ir. Con cada mañana una nueva lágrima aparecía en mi rostro mientras miraba a Michael levantarse por la mañana y prepararse para dar un nuevo espectáculo, cada vez con menos ganas de ello, pero es que él lo último que haría es defraudar.

Mi Michael se sentía cansado, y yo también. Harto de las mismas mentiras una y otra vez, esperando por un cambio que nunca sabríamos si realmente llegaría.  Mirando al rededor, tantas caras aclamándole, gritando su nombre, llorando por él, pero a la vez, tan pocos amigos, tan pocas personas acercándose a él para conocer su estado de ánimo. Y yo lo intenté, por supuesto que lo hice, buscaba seguir siendo esa persona que le hiciera sentir que todo estaría bien. Que le abrace y le diga que todo estará bien para aliviarle. Amarlo, como lo he hecho siempre.

Intenté que, de ser su elección seguir con la gira, podría demostrarle que todo iría bien. Y una sola sonrisa en su rostro bastaría para que el mundo entero creyera, que supiera lo que él deseara que vean. Aunque en su interior él lo sabía. Guardamos todo para no alarmar, callamos aunque gritamos en silencio. Lloró, y lloré con él. Gritamos, tratamos de huir, corrimos, pero jamás se terminaba. Giramos una y otra vez, perdidos, sin entender la realidad.

Mis padres me llamaban insistentes, pidiéndome que no siguiera ahí, diciéndome que le dejara y que nada de lo que estaba ocurriendo era bueno para mí. Que sólo me hacía mal aunque yo no quisiera darme cuenta de ello. Que me diera mi prioridad. Primero yo, después yo, y al final sólo yo. Yo y nadie más, antes que jugar mi vida por Michael.

Pero las llamadas de Monica y mis amigos recordándole a él a diario lo mucho que le aman, le extrañan y harían todo a su alcance para apoyarle, hacían que uno que otro día no amaneciera tan gris. El apoyo de su familia, conferencias de prensa que organizaban sus hermanos para abogar por él, asegurando que Michael sólo era la víctima de una terrible extorsión en la que había caído y se le había escapado de las manos. John Branca, junto con Anthony Pellicano apoyando en el caso, Bill, Liz Taylor, Monica, Phoebe, Chandler, Joey, y Ross, todos dándome una razón para seguir.

No. Por supuesto que no me iría. Nunca. Jamás le podría dejar o alejarme de él. Porque Michael tiene algo mío, yo algo de él y todo al final estará bien. Me necesita, necesitamos uno del otro. Quería ser paciente y convencerme de que saldremos juntos de esto. Simplemente no me quería rendir.

Aún no.

—Nada bueno puede salir de esto—murmuro hacia el silencio que nos aprisiona a Bill y a mí. Negando para mí misma, y tirando un puntapié al muro más pulcro que el Hotel Westwood Marquis puede tener fuera de la sala de reuniones.

Estoy que no soporto mis propios nervios, maldita sea. Me paseo de un extremo de la habitación hacia otro y al mirar la moqueta cada vez me parece más horrible. ¿Cómo es acaso posible? Luego de todo cuanto hemos pasado, esta mañana me he despertado creyendo que el día de hoy, para variar, sería diferente. Que Michael y yo pasaríamos la tarde juntos, mirando películas, paseando, disfrutando uno del otro. Pero parece que todo eso aún tenía que esperar, pues el día pintaba más a ser perfecto para organizar una reunión entre ese Evan Chandler y Michael.

La última, me repito para aliviarme. Será la última vez que Michael se tope con esa persona.

—Pero él tiene que ver a Jordie de alguna manera, Rachel. Debe de haber alguna forma de conocer la fuente de la información que Evan alega tener.

Bill farfulla detrás de mí, o apenas y lo escucho. Me siento en una silla a un lado de él y me vuelvo a poner de pie. No puedo quedarme quieta.

—No hay nada de qué preocuparnos—termina de decir, y es en ese momento que mi falta de control me hace detenerme en seco y fulminarle con la mirada. ¿Cómo se atreve a decir eso en estas circunstancias?—. Te lo he dicho; Pellicano ha entrevistado a Jordie hace unas semanas... 'No, no, no, no y no' fueron las respuestas del niño. No hay forma sobrehumana de culpar a Michael en esto.

Just Good Friends (Michael Jackson Fanfic)Where stories live. Discover now