Capítulo 9: "Decisión"

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Capítulo 9: "Decisión" 

..."Un deseo no cambia nada, una decisión cambia todo"...



Más tarde esa misma noche, después de aquella inevitable revelación sobre esa inmolación, todos estaban desanimados, deprimidos sin saber qué hacer, no dudaban en tirar alguna que otra teoría para que todos pudieran regresas, Elizabeth declaro que ella podía ser la carnada, distrayendo a todos los hombres mientras ellos escapaban.



Al fin y al cabo, ella podría volver al pueblo y recibir ayuda de sus conocidos, a diferencia de ellos que no tenían a nadie, sin embargo, sentía culpa al no poder decirle que si regresaba al pueblo la matarían, tal cual decía su diario, ¿pero qué ocurriría si le decía? Lo único bueno fue que por lo menos todos estarían juntos hasta el día siguiente, según Eliza, no podían estar mucho tiempo o podrían desaparecer o simplemente quedarse en ese tiempo sin tener la posibilidad de regresar.



Examinaba a cada uno de los presentes, todos tenían en sus rostros muchos sentimientos mezclados, entre ellos enojo y depresión, también el miedo, el sentimiento que todos compartían e iba en aumento. Decidiendo que era hora de dormir, pero que pondrían cada tres horas un guardia, siendo ella la primera, espero hasta que todos estuvieran dormidos.



Le hubiese gustado pasar más tiempo, con los idiotas de sus amigos, formo una sonrisa al recordar todos los momentos que paso con esos tontos... llenos de risas, diversiones algunas bajas pero siempre terminando en risas con todos juntos. Espero y espero incluso aguanto la respiración para cerciorarse que todos dormían en brazos de Morfeo.


Soltando un suave "Lo siento" y "Los quiero", tomando sus cosas se marchó, sin mirar atrás, caminaba sintiendo las ramas, el pasto, la brisa contra su rostro, frio, soledad, todo en un solo momento, su mente llena de confusiones, llena de sensaciones, andaba por el bosque bajo la luz de la luna, fue caminando colina abajo, queriendo encontrarse con aquella persona.


No paso mucho tiempo cuando diviso a Arthur, con una sonrisa ladina llena de suficiencia, dando pasos hacía ella, estremeciéndola en su lugar, la sujeto del mentón para verla a los ojos sin borrar esa sonrisa de su rostro.


-Al final... tu viniste a mi...- Veía como se daba vuelta, luego de unos minutos para ir hasta un pequeño y sucio "refugio", no obstante antes de entrar, giró el rostro hacía ella con una mirada perversa llena de avaricia y maldad destellando en ellos. -Vamos, entra, en una hora empezaremos...-



No tuvo que decir nada más, para que la joven oji verde, emprendiera la marcha al "refugió", como lo llamaban esos tres sujetos junto con Arthur. Sabía de antemano que sus amigos no se quedarían quietos, que apenas uno despertará y no la viera, despertaría a los demás y empezarían a buscarla, viniendo principalmente allí, sabía, sabía todo lo que se estaba arriesgando al entregarse, sin embargo, no había otra forma.



Examinó el lugar, una pequeña cama improvisada con mantas y almohada, para que descansara antes de empezar a gastar sangre para los deseos del mal nacido. Cerrando los ojos y acostada en esa "cama", continuo con sus pensamientos conflictivos dentro de su mente.

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