7.Hello Jon

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-Joelle...-Murmuro bajito, comenzando a caminar suavemente hacia su cama con un osito entre mis brazos- Nena, ya tienes que despertar...

Aproveché que el peluche era algo que fácilmente podía tomar, estirando el pequeño brazo de felpa para picar con él la regordeta mejilla sonrojada de la morena plácidamente dormida. 

-Joelle-Volví a llamarla, pero esta vez ella se recogió un poco antes de quitarse suavemente la manta de encima y mirarme con sus bonitos ojos castaños. 

-Buenos días, tío Dean. 

Su vocesita tan delgada me hizo sonreír de lado, dejando el osito de felpa sobre la cama y mirándola con dulzura mientras permanecía de cuclillas frente a su adormilada pero cálida mirada. 

Abrí la boca para decir algo, pero el tocar suave de la puerta pintada de blanco me hizo voltear en aquella dirección al igual que la pequeña. 

-Adelante...-Murmuró entre bostezo, tallándose los ojos de una forma malditamente adorable para cualquiera. 

Esa niña era un jodido caramelo andante. 

No pude evitar sonreír ante la escena de mi mejor amigo trayendo con él un pastel, el cual era iluminado en la cima con una velita del número siete en color rosa. 

-¡Feliz cumpleaños, mi pequeño angelito!-Exclamó Roman, cerrando la puerta detrás de él y acercándose a la cama. 

Procuré no acercarme a él, admirando la escena tras recostarme de lleno en el espacio enorme que Joelle dejaba en su camita llena de animales de felpa. 

Apoyé ambas mejillas sobre mis puños, observando a la pequeña sonriendo dulcemente hacia el tatuado que le cantaba 'Happy Birthday' con una encantadora sonrisa. 

Inevitablemente recordé mi último cumpleaños. Seth hizo el pastel junto a Paige, y fingieron todo el día que se les olvidó. No podía estar más furioso ese día, ya que Roman prometió que mis cumpleaños siempre serían los mejores desde que nos conocimos. 

Pero todo se iluminó cuando llegué al break room, molesto porque Bray Wyatt destrozara mi camiseta y me diera una terrible tunda junto a sus hermanitos. Las luces estaban apagadas, y de pronto mi mejor amigo empezó a cantar junto con el resto de mis compañeros de trabajo siendo únicamente iluminados por las velas de número tres y cero. 

Nunca lo olvidaría. 

Volví de mi trance al momento en que Joelle ya había pedido su tercer deseo, soplando chistosamente la vela y apagándola con una sonrisa en sus labios y los de su padre. 

Rome pasó suavemente el dedo por una de las orillas decoradas con crema, para a continuación dejar una mota de color blanco en la punta de la nariz de la fémina. 

Ella rió a juego con mi mejor amigo, dándome una miradita traviesa a la que sonreí enternecido. 

-Sé que fue hace semanas atrás, JoJo-Empezó a hablar el pelinegro, soltando un profundo suspiro de por medio- Pero he tenido tanto trabajo, y...Con lo de Dean...

Un escalofrío me recorrió de los pies a la cabeza, viéndome obligado a tragar ante el recordatorio de que la había cagado. 

Aquel recordatorio que me perseguía desde el inicio de este limbo, y quizás hasta después de él. 

-No te preocupes, papi-Dijo dulce la morenita, sonriendo con un pequeño encogimiento de hombros- No tienes que sentirte mal, tampoco por el tío Dean. 

Roman solo asintió, dejando que en mi garganta se quedara aquella sensación de llanto que ya no creí volver a sentir más. 

-Voy a cortar el pastel ¿De acuerdo?

Ghost of Love ||Ambreigns||Where stories live. Discover now