Capítulo XV - Resolviendo Problemas

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2027...

Ron se encontraba leyendo un libro —obligado por su esposa, claro está—, mientras intentaba sin mucho éxito preparar un café a la manera muggle.

Hacía ya dos días que, en el cumpleaños de Harry, habían llegado a la Madriguera y la habían encontrado totalmente vacía a excepción de la peluda gata de su hija, llamada Minnie.

La decoración estaba a medio terminar, de una forma que daba a entender que no se habían ido por decisión propia.

Los habían buscado por todas partes; en la casa de Teddy y Victoire, en el apartamento de James y Dominique, en la casa de cada uno de ellos, y hasta —por desesperación— en la mansión Malfoy.

Mandaron aurores en su búsqueda e intentaron encontrarlos por los rastreadores de Remus y Nymphadora, pero parecía que habían desaparecido del planeta tierra.

No fue que encontraron una especie de respuesta hasta que Audrey —que en su intento de despejarse había empezado a limpiar los jardines de la decoración que había quedado— encontró en el jardín, un giratiempo roto.

Llamó a todos: los Weasley, los Potter, los Malfoy, los Nott, los Scamander y los Longbotton, para que pudieran discutir las circunstancias, aunque ella ya tenía una idea aproximada.

Cuando llegaron, Hermione fue la primera en entender lo que había sucedido.

Ella sabía que, con un giratiempo normal no se podrían retroceder más que unas horas, pero que si este se rompía y liberaba la sustancia que contenía, podía llevar a quién estaba a medio kilómetro a la redonda a cualquier tiempo y espacio, tanto en el pasado como en el futuro.

Expuso esto a los demás y la preocupación se hizo más latente aún. Fleur, Ginny y Astoria sollozaban en silencio siendo consoladas por sus maridos. Hermione no esperó ni medio segundo para salir disparada a su biblioteca en la madriguera, que era más pequeña que la que había en su casa pero igualmente bastante equipada. Ron no la siguió, aunque supo lo que iba a hacer antes que nadie —bueno, tal vez Harry también lo sabía, por algo eran como hermanos—, sino que acompaño a su madre a la cocina para preparar té.

Parecía no haber forma de descubrir donde estaban. Pero mientras, habían decidido informar al ministro y a los inefables para que pudieran averiguar todo lo posible sobre el tema.

Todos los Weasley y las familias involucradas habían acordado que cada uno intentaría buscar respuestas a su manera.

Por esto, Ron leía en su casa los libros que su esposa había apartado, al mismo tiempo que Hermione le había suplicado a la directora McGonagall su permiso para investigar en la biblioteca de Hogwarts. Esta, por supuesto, la autorizó, siempre le tuvo mucho cariño a su ex-alumna, así como también el cariño que sentía por la nueva generación de estudiantes era inmenso. No fue hasta ese mediodía que todo tuvo un cambio favorable. Harry, que estaba buscando en su habitación algún libro, encontró el trozo de espejo que había heredado de Sirius y recordó que su hija menor siempre tenía con ella otro trozo para poder comunicarse con él.

Buscó en la habitación de su hija para cerciorarse de que el espejo no estuviera allí, y cuando no encontró nada, dio por hecho de que estaba en posesión de Lily.

Mandó un patronus a todos y en menos de 10 minutos se encontraban en su casa.

— ¿Qué encontraste, Harry?—le preguntó Hermione ansiosa.

—El espejo de Sirius, lo acabo de recordar, Lily tiene otro trozo, ¿crees que funcione? —Harry esperaba que sí, y la única capaz de despejar su duda era su amiga.

Ups... ¿Retrocedimos en el tiempo?Where stories live. Discover now