Capítulo IV - James Sirius Potter

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—Que tal, viejo Hogwarts, yo soy el magnífico, perfecto, irresistible... —Antes de que continuara una encapuchada lo interrumpió.

—Idiota, engreído e insoportable James Sirius Potter —James hizo un puchero y Harry casi se desmaya.

El chico era alto, de muy buen cuerpo, con pelo castaño rojizo y ojos almendrados con unos anteojos de montura cuadrada que le quedaban muy bien. Pero aparte de esto tenía un gran parecido con Harry que se había quedado pasmado con la presencia del chico.

Ginny al mirarlo detenidamente no pudo evitar notar que tenía varias características suyas, y una pequeña luz de esperanza se le prendió dentro de ella.

Harry no pudo evitar mirar a Ginny y deseó que James fuera hijo de ellos dos.

Luego de todos los murmullos que causó su nombre, James siguió presentándose.

—Bien, como dijo Rosie-Posie, yo...

—No me digas Rosie-Posie, Jimmy.

—No me digas Jimmy, Rosie-Posie.

— ¡Basta ustedes dos! ¿Es tan difícil que paren de discutir? —farfulló Teddy. Cuando vio que la eludida iba a responderle, la interrumpió: —Y no respondas, era sólo una pregunta retórica.

—Sigo, como dijo mi prima, me llamo James —recalcó la palabra prima pero le sacó la lengua infantilmente a la encapuchada a la que llamaba Rosie-Posie, causando carcajadas en todo el gran comedor—. Mis padres como espero que se hayan dado cuenta son Harry y Ginny Potter de soltera Weasley.

Harry y Ginny se ruborizaron tal cual las orejas de Ron, pero ante todo Ginny lo besó apasionada y dulcemente en los labios y éste le correspondió el beso gustoso.

En cambio los Weasley se levantaron amenazadoramente asustando a Harry, pero en vez amenazarlo por besar a su hermana, comenzaron a abrazarlo y felicitarlo.

—Estamos felices, pero te advertimos que si la llegas a lastimar, Voldemort no será nada al lado de lo que te haremos nosotros —le dejó bien en claro Ron.

—Ahora que mi padre ya está advertido, voy a seguir con la presentación; tengo 23 años, pertenecí a la fantástica casa de los leones —Su familia le sonrió orgulloso— y jugué como cazador desde 2° hasta 7°, siendo capitán mis últimos 2 años. —Esto generó aplausos y vítores por parte de todos los que les gustaba el quidditch —. Ahora juego como cazador profesional, igual que mi madre.

— ¿Voy a ser cazadora en un equipo profesional? —preguntó emocionada Ginny.

—Sí, la mejor de todas, en las Holyhead Harpies, pero te retiraste cuando yo nací y ahora trabajas como corresponsal de quidditch en El Profeta —le contestó sonriendo James a su madre que estaba llorando de la emoción.

—Ahora me gustaría que adivinaran quienes son mis padrinos.

—Apuesto lo que quieras a que son Ronnie y Hermione —le dijo George.

—Por supuesto, era bastante obvio.

Ron y Hermione les agradecieron a los futuros señores Potter, y James siguió hablando.

—Tengo que decir que según lo que me han contado le hago muy buen honor a mi nombre ya que junto con mis amigos creamos Los merodeadores 2.0. Yo soy cornamenta como mi abuelo.

Esto casi hace desmayar a McGonagall que ya sabía lo que le esperaba y estaba maldiciendo internamente que hubieran creado nuevamente ese grupo.

—Amo las bromas, son mi vida, y junto con mis mejores amigos y mi novia, hicimos las mejores de todo Hogwarts con ayuda del mapa del merodeador que le robe de su despacho a mi querido padre en mi segundo año —Harry ya estaba pensando en lo que le esperaba con este chico—. Por último quería decir y advertir ya que están todos presentes y me prestan atención, que tengo dos grandes debilidades, y son mi hermanita y mi primita Rosie-Posie, así que si alguien las lastima —esto último lo dijo mirando en dirección a dos encapuchados— se las tendrá que ver conmigo.

— ¡Vamos a tener una niña, Harry! ¡Una niña! —Ginny estaba muy entusiasmada con conocerla y Harry también.

—Idiota, ya te dije mil veces que no me dijeras así —la encapuchada a la que James se había referido varias veces, se había hastiado y le había lanzado unos pajaritos con pico bastante afilado que lo perseguían por todo el lugar.

Todas las personas del gran comedor miraban atentamente la persecución de los pajaritos mientras se reían por los gritos de James al ser casi alcanzado por uno.

—Basta, por favor prima, ay, eso dolió, ay, ay, por favor, basta —gritaba el mayor de los hermanos Potter desesperado.

—Está bien, creo que ya fue suficiente —Más risas de parte de los espectadores del espectáculo—, pero promete que ya no me dirás Rosie-Posie —la encapuchada reía mientras deshacía el hechizo.

—Lo prometo, lo prometo, pero no hagas eso más, ya me lo has hecho muchas veces. Seguro que entre este y el mocomurciélago me vas a terminar matando.

—Esa chica me cae bien, tiene el carácter de mamá —susurró Charlie a sus hermanos para que su madre no lo escuchara. Estos asintieron de acuerdo.

—Bueno, ahora que mi estimada prima dejó de intentar asesinarme con pajaritos hechizados — algunos seguían riéndose después de este comentario—, es mejor que pase el siguiente.

Un encapuchado se subió al escenario y se quitó la túnica dejando ver a un chico muy guapo, alto, castaño y con algunas pecas, tenía un gran parecido con los gemelos Weasley, solo que un par de años más grande.

—Buenos días —dijo mientras hacía una reverencia— mi nombre es...

Ups... ¿Retrocedimos en el tiempo?حيث تعيش القصص. اكتشف الآن