Capítulo 18

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La cerradura sonó.

Julie de inmediato cerró los ojos sobre el mueble haciéndose la dormida. Había tomado un baño hace más de una hora y conservaba el cabello mojado.

Max cerró la puerta, fue hasta ella para mover sutilmente su hombro tratando de despertarla.


- ¿Mnh? – respondió ella entreabriendo los ojos y frunciendo el ceño.

- ¿No quieres dormir adentro? Aquí hace frío- le susurró.

Julie se fijó detenidamente en sus finos labios


- Si - Julie se sentó sobre el mueble fingiendo fatiga y sueño.

Por mucho que intentaba no mirarla, no lograba quitarle la vista ni una sola vez. Sus ojos, su boca, su cabello, su lengua, cada vez que remojaba sus finos labios, su propia voz, su mirada, una sola sonrisa. No estaba acostumbrado a eso, nunca había sido entrenado para ese tipo de sentimientos, siempre había sido él y tener sexo a diario.

Él y diferentes mujeres.

Él y una puta más.

Julie se puso de pie, moría de ganas por quedarse o mejor dicho, que él le pidiera que se quedase así que de mala gana caminó hasta la habitación.

- Julie. – la llamó él.

- ¿Si? – se volteó ella con un poquito de fe.

- Ven. . . - le dij. Julie sintió que moría ¿Desde cuándo se ponía de esa forma? No sabía y no quería ponerse a pensar simplemente caminó hasta él.

- ¿Qué? – le preguntó ella, fingiendo desinterés.

- Nada. – susurró él. Tenía a Julie a tan poca distancia, tan pocos centímetros, ella se le había acercado más de lo previsto y eso le gustaba más.

Le cogió una mano y la entrelazo con la suya, la piel de Julie se erizó por completo.

–Estás fría

- Si - susurró ella sintiendo que Max había cogido su otra mano restante, juntándolas y metiéndolas suavemente bajo su fina camiseta y su cazadora de cuero.

- Espero no te incomode.

- No. . .

- ¿Te ha comido la lengua el. . . - Julie se ruborizó por completo.

–Espera, creo que alguien más se la comió. – Max le sonrió, haciendo que ella tampoco se resista y suelte una fina risa.

–Y creo que fui yo JAJA - Julie intentó sacar sus manos debajo de la camiseta de Max al hacerlo Max volvió a jalarla hacia él.

–Y me gustaría hacerlo ahora - se acercó a sus labios peligrosamente rozó su labio inferior sobre la pequeña comisura de los labios de Julie.

- Max. . . - murmuró Julie levemente extasiada, sus manos como la tocaba, de esa forma. Sabía cuál punto tocar y que usar, la lengua, los labios, los dedos y su pene.

- Dime preciosa

- No sé qué me pasa, sabes?. - susurró ella.

Una oleada de lujuria se paseó por el cuerpo de Max, se excitaría en cualquier momento y esta vez necesitaría acabarla y llegar al orgasmo.

Julie le rodeó el cuello, apretándolo contra ella.

- Yo si. – le afirmó él.

Los dedos de Max se introdujeron entre la ropa interior de Julie, levantó una tira de ellas en la parte izquierda de sus caderas, para rozar su piel.

- Lo necesitas tanto como yo

-Si, te necesito - abrió los ojos con delicadeza encontrándose con los ojos de él. Max volvió a besarle la boca, se había acostumbrado a su sabor, a lo bien que sabía su lengua. Le gustaba mucho, a punto de posicionarla sobre el mueble y acostarse sobre ella alguien tocó la puerta del apartamento con fuerza casi a punto de tumbarla.


Max tuvo que separarse de ella con dificultad.

Mierda. . .

¿Quién se atrevía a tocar la puta puerta de esa manera? Y lo peor ¿en un momento como ese?

Reventaría a quien quiera que fuera que tocara de esa forma.

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