Capítulo 17

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Y después de aquella noche no quiso amanecer con ella, verla despertar ni mucho menos besarla deseándole una bonita mañana, tenía miedo ¿Miedo alguien como él? Que había pasado por las peores cosas de la vida, que había enfrentado los golpes más bajos y las experiencias más sucias ¿él?. Le parecía tonto, estúpido, una completa broma pero no había nada más verdadero que aquello: Max Williams tenía miedo, de ella, de Julie, de lo bien que se había sentido anoche, de lo increíble que había sido tener sexo con ella, de lo estupendo que fue besarla, tocarla, sentirla, .estar en su cuerpo por pequeño minutos,.escucharla gemir, respirar, pidiéndole más, de lo hermosa que era aparte de tener un hermoso culo, unos buenos senos, preciosas caderas y más. Era muy bonita, tan sutil, tan mujer, con un increíble carácter, con unos ojos preciosos, con una sonrisa increíble. Mierda. . . no podía ser cierto, no podía creerse que era la primera vez que pensaba eso de una mujer. Se rió al pensar todo eso.

Respiró hondo y marcó el número de uno de sus colegas en ese teléfono público al mismo tiempo que cerraba la puerta de la cabina telefónica para hablar con más privacidad.


- ¿Aló? – le contestó él. La voz de Ryan no había cambiado en nada.

- Habla Max. – le afirmó él.

- No te había reconocido. – admitió Ryan mientras se aclaraba la garganta. – he tratado de contactarte toda la maldita semana ¿sabes? Tengo que hablar contigo.

- Bueno, ya estamos hablando.

- Aja. . . - se hizo un silencio entre los dos. Max. Esperó a que Ryan empezara a contarle, lo conocía desde siempre y definitivamente algo le pasaba en ese momento. – vas a decir que soy un hijo de puta.

- Ryan, he dejado a Julie sola. . . ¿me dirías de una vez? –le dijo Max..

- Está bien - susurró Ryan. – Tengo el dinero de mi secuestrada - empezó a contar. – no ha quedado nada en sus tarjetas, absolutamente nada. – continuó.

- Ajá. . .

- Pero no podré hacer más

- ¿A qué te refieres?

- No me pidas que la mate. – dijo Ryan. Entonces Max comprendió lo que pasaba.

- Yo tam. . .

- No puedo Max, en serio. – admitió Ryan. – se me hace imposible, sé que no te he fallado en ninguna misión, que siempre las he terminado pero. . . no puedo con ella. . . con ella no.

- ¿Por qué? – le preguntó Max..

- Estoy enamorado.

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