Capítulo 18: En coma

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 Alexandria había quedado libre de caminantes, después de aquella noche todos nos quedamos fuera de la enfermería esperando noticias sobre el estado de Carl.

Enid siempre estuvo a mi lado, mis ojos estaban hinchados de tanto que había llorado lamentando no haber salvado a Carl.

Esa bala debí recibirla yo, no Carl. Debí salvarlo, debí ayudarlo, debí...

Mis pensamientos estaban hechos un lío, no podía ordenarlos o ver las cosas con claridad, en cualquier momento volvería a estallar en llanto culpándome por lo que le había sucedido a Carl, a mi novio.

-Enid... ¿puedes ir a ver a Fuzzy?- de tanta tensión se me había olvidado que tenía que ir con mi compañero peludo.

-Pero, ¿estarás bien si te dejo aquí?- preguntó indecisa.

-Estaré bien.- respondí intentando parecer calmada, realmente no estaba bien.

Enid se retiró y fue hacia donde era nuestra casa, yo solo la observaba irse mientras aún seguía sentada fuera de la enfermería.

Maggie se acercó a mí al verme sola sentada en ese lugar desde que habíamos terminado con los caminantes.

-¿Así que tú y Carl son novios?- preguntó en lo que se sentaba a un lado de mí.

-Sí.- respondí sin decir algo más, pensar en él dolía en estos momentos.

-¿Desde cuándo?- al parecer Maggie no se detendría con las preguntas.

-Una semana, eso creo.- estaba tan fuera de mí como para acordarme el tiempo exacto, sucedieron tantas cosas después de que me lo propuso que ni siquiera hemos tenido tiempo para unos momentos solos.

Maggie me sonrió y me abrazó enseguida.

-Conozco a Carl desde que era un niño, todo este tiempo no lo había visto tan feliz y enamorado.- dijo Maggie.

Mis lágrimas no tardaron en hacerse presentes mojando el hombro de Maggie, ella lo notó y solo me abrazó más.

-Debí ayudarlo, no pude hacer nada por él. Carl me cuidó cuando Enid me disparó y yo solo estoy aquí llorando en el piso sin poder hacer algo.- dije entre sollozos, estaba realmente dolida.

-El que estés aquí esperando por él es algo. En tu lugar yo haría lo mismo, viste como estaba cuando creí que Gleen estaba muerto, tú me diste fuerza.- me sentía algo regañada pero lo decía realmente en serio.

Me puse de pie y sequé mis lágrimas, Maggie tiene razón, debo ser fuerte por él.

-Gracias Maggie.- le dije por último y me retiré del lugar, ella solo me sonrió y también se puso de pie.

Fui a casa, Enid estaba tardando en volver así que debía buscarla. En el camino no había más que cuerpos de caminantes tirados en el suelo.

Entré a casa y parecía sola, no estaba ni Enid ni Fuzzy, ¿Dónde se habían metido?

Registré toda la casa y no había señal de ninguno de los dos, eso realmente me preocupaba bastante. Salí desesperada volteando a todos lados buscándolos con la mirada. Iba a buscarlos pero alguien me interrumpe tocando mi hombro a espaldas de mí. Volteé de inmediato y era Enid.

-Maldita sea, me asusté demasiado. ¿Dónde estabas?- realmente estaba enojada, me había preocupado demasiado y Enid solo rio.

-Lo siento, tenía que pasearlo. Estuvo tanto tiempo solo que necesitaba salir al menos un poco.- dijo Enid. Fuzzy estaba amarrado en la correa que Deanna nos obsequió.

-No debiste sacarlo con Alexandria en este estado. Hay caminantes muertos por casi todos lados.- bufé pero a ella realmente no le importó.

-Tranquila, no comió carne de caminante ni nada parecido. Al parecer Carl siempre se hizo cargo de mantenerlo bien alimentado.- dijo Enid y volvió a entrar a la casa, yo solo la seguí.

Nos quedamos en silencio un rato sentadas en el sillón, Fuzzy comía en su plato de croquetas, las cuales se estaban agotando. Yo solo la observaba, se veía tan despreocupado que por un momento deseé ser él, que mi única preocupación sea comer, hacer mis necesidades y estar siempre con mi dueña.

No podía estar más tiempo aquí sentada sin hacer nada mientras Carl seguía en esa enfermería solo luchando por su vida. Sin decir nada me puse de pie y salí de la casa, Enid me veía extrañada pero era más que obvio que iría a ver a Carl.

Llegué a la enfermería y sus puertas estaban abierta, entré con prisa y la habitación donde habían atendido a Carl también se encontraba abierta pero cuando entré no había alguien en ese cuarto, todo estaba solo.

Salí de prisa de la enfermería intentando pensar a dónde habrían llevado a Carl y el primer lugar donde pensé en dirigirme fue hacia su casa.

Cuando llegué a casa de los Grimes noté que también tenía la puerta abierta y entré sin más, subí las escaleras y estaba por entrar al cuarto de Carl, noté la presencia de Rick así que solo me quedé parada en la entrada. Ahí estaba Carl, acostado en su cama con una venda y un parche en su ojo derecho donde Ron le había disparado. Me quedé estática un momento analizando la situación y el estado que se encontraba mi novio.

Rick notó mi presencia y me invitó a pasar. Al parecer Denise le dio autorización a Rick de poder llevárselo a casa.

-¿Desde cuándo tú y Carl son novios?- preguntó Rick sin voltear a verme, tenía la mirada fija en su hijo.

-Una semana.- respondí algo nerviosa. Estaba hablando con mi suegro así que no podía evitar ponerme nerviosa.

Rick volteó a verme algo confundido y después regresó su mirada en Carl.

-Creí que llevaban más.- dijo riendo un poco.- Como siempre estaban tan juntos y él solo me hablaba de ti creí que ya eran algo.- aclaró.

Yo solo sonreí por su comentario. Oh Carl Grimes, me sorprendes cada vez más.

-¿Apruebas nuestra relación?- pregunté. Primero tengo que asegurarme de ser aceptada por Rick Grimes para ser pareja de su increíble hijo.

-¿Bromeas? Claro que sí.- respondió Rick. Se paró de su lugar y fue a darme un corto abrazo.

-Gracias.- no pude evitar sonreír. Volteé a ver a Carl con algo de tristeza, como me habría gustado que estuviera despierto para compartir este momento con nosotros.

-Tengo que organizar todo y comenzar a reparar lo que queda de Alexandria, ¿Podrías quedarte aquí con él? Cuídalo hasta que despierte.- preguntó.

-Claro, está en buenas manos, así que puedes irte sin problemas.- respondí.

Rick salió de la habitación pero antes le depositó un beso en la frente a su hijo.

-Por favor resiste hijo, yo volveré, mientras Ellie se quedará contigo.- dijo y se fue.

Me senté a lado de Carl en la silla donde antes estaba Rick. Tomé su mano y no pude evitar llorar al verlo así.

-Carl, mi querido Sheriff, te extraño demasiado.- me recosté apoyando mi cabeza a lado de su brazo mientras aún sostenía su mano.

Eventualmente me fui quedando dormida en esa posición. No había dormido ni comido desde esa noche al igual que el resto de nosotros, no tenía la fuerza ni los ánimos para comer o dormir pero estar cerca de Carl y saber que aún sigue vivo, me daba la suficiente tranquilidad para dormir al menos un poco.

No sé cuánto tiempo pasó pero ya había anochecido. Cuando desperté sentía como todo mi cuerpo dolía al moverme.

Estaba parada observando desde la ventana a Rick y nuestro grupo reunir los cuerpos de los caminantes.

Quizá debería ir a ayudarlos pero Rick me encargó quedarme con Carl y así lo haría, solo me quedaré con él.

Volví a mi asiento y solo seguí observando a Carl.

Mi querido Sheriff, por favor despierta. 

La Hermana  De Enid (Chandler Riggs Y Tu) (TWD)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora