¿Simple Ladrón? [Nicudy]

Capitulo 9

A tan sólo una semana para la liberación de Nick, Judy comenzó a notar algo extraño en él, se le veía preocupado, asustado, nervioso. La pequeña coneja ya le había preguntado el porqué que de su comportamiento, a lo que el zorro simplemente evito decir la respuesta.

— Ya quiero verla.

— Esa es la mentira más grande que haz dicho — se ríe el pequeño zorro de desierto.

Los dos zorros charlaban sobre un tema de gran importancia, o al menos para el destino del zorro con corbata.

En eso la pequeña coneja caminaba por los pasillos de la prision,mhasta que su campo visual la dejo distinguir a los dos zorros hablando, lo que le dio curiosidad fue que su mejor amigo estaba alterado. Con sigilo, se acercó hasta la pared que dividía las celdas del patio, en la cual se encontraban del otro lado platicando aquellos dos, se recargó y acercó su oreja.

— Es irritante — dice Nick mientras arruga su nariz.

— Hmm... ¿Ella sabe eso? — preguntó Finnick.

— No, pienso decírselo cuando salga, no quiero pasar ni un minuto más de mi vida a su lado.

— Oh, le mentiste.

— La pequeña mentira que le dije no se compara con nada a lo que ella me hizo — respondió Nick.

— Entonces... ¿No te molestaría si intento gustarle?

— Es toda tuya galán, no me importa lo que le pase — finalizó el anaranjado.

Al oír la platica Judy se puso nerviosa, ¿de quién hablaban? ¿por qué Nick actuaba así?.

Podría ser que hablaran de Judy...

El pecho le empezó a doler, su imaginación iba uniendo cada palabra de dijo Nick con las características de ella misma.

– No hay duda alguna... — un poco encorvada suspiró. — Hablan de mí.

La pequeña coneja se fue de ahí, caminó hacia la puerta de salida y no volvió.

[...]

Pov. Nick

Avergüenza admitirlo pero estoy preocupándome mucho por una hembra, no puedo caer así de bajo, cuando salga de este horrible lugar se lo diré cara a cara.

Volteo a ver la puerta una vez más. — ¿Donde estará?

Me giré, y levanté la mirada para poder ver la ventana. De un salto me sostuve de los fierros de hierro y me estiré, para al fin poder ver el exterior.

— No hay ninguna señal de ella... — me suelto, caí de pie, y me puse a pensar en donde estaría la pequeña Hopps.

Estos días han sido difíciles para mí, porque después de meses volveré a ser libre así que nada será igual, excepto mi situación económica... Ahora que lo pienso, ¿De donde conseguiré el dinero para vivir? No puedo seguir robando, eso me traería de vuelta a prisión, ¿qué rayos voy a hacer

El sonido de la puerta abriéndose me sacó de mis pensamientos, Judy llegó.

— ¡Hopps, al fin lleg...