Tienes un mensaje. [NamJin]

«ATNUGERP»

Yo:
» ¿Cómo amaneciste?
» ¿No pasó nada raro?
» ¿Te amenazaron para que aceptaras?

Jiminie:
» Que no, hyung.
» Ellos sólo me pidieron que no le mencionará a nadie más sobre esto.
» Ya te lo repetí mil veces.
» Además, él lleva dos días aquí y nada ha pasado.

Yo:
» Ah... Lo sé pero...
» Como sea, sólo cuídate.
» Si sucede cualquier cosa, me llamas.

Jiminie:
» Sí, mamá~.

Yo:
» Idiota.

[...]

Al despertar, lo primero que ven los ojos de Yoongi es el rostro de un chico cubierto por algunos cabellos rojizos. Se sobresalta por la cercanía de este. Pero recobra la paciencia, a pesar de su ceño fruncido.

Es la primera vez que despierta al lado de ese chico; normalmente, Jimin desaparecía para cuando él se levantaba. Por lo poco que entendía Yoongi, su anfitrión asistía a la universidad durante la mañana y la mayor parte de la tarde. Durante esos dos días, habían cruzado menos palabras que antes. La última vez que sostuvieron una conversación por más de cinco minutos fue cuando discutieron acerca de cómo dormirían.

— Dormiremos juntos —le había anunciado a Yoongi, mientras se colaba entre las cobijas de la inmensa cama.

— Si amaneces muerto, no es mi responsabilidad —sentenció el mayor, restándole importancia al hecho.

— Imaginé que dirías algo así —susurró el pelirrojo en un bostezo—. Correré el riesgo, supongo.

Yoongi se encuentra tan absorto en sus recuerdos que no presta atención al momento en que los ojos castaños del menor se abren y lo descubren mirándolo fijamente. No se percata de este hecho hasta que Jimin suelta una risita.

— Buenos días.

Yoongi rueda los ojos y voltea su cuerpo hasta quedar totalmente boca arriba. El pelirrojo se estira en la cama y se incorpora sentándose, rascando los cabellos de su nuca.

— ¿Podrías ponerte ropa encima? —Reclama el de cabellos verdes al notar el desnudo torso del menor—. Es asqueroso.

— ¿Asqueroso? —Ríe Jimin, mirando al pálido por encima de su hombro—, lo dice el sujeto que lleva tres días sin bañarse.

— Me duele respirar, niño. No pienso soportar el ponerme de pie por tanto tiempo.

— ¿Debería ayudarte entonces?

— ¿Qué? —Frunce el ceño, sintiendo acalorada la cara.

— Nada —sonríe, volteándose para quedar frente al de cabellos verdes—. ¿Por qué niño? ¿Quién te asegura que no soy mayor que tú?

— Sólo un niño desayuna malteada de chocolate con hotcackes en forma de Mickey Mouse —Jimin alza las cejas sintiéndose apenado—; lo único bueno de este lugar es Jieun noona, y me ha dado demasiadas quejas de ti, "Chimchim".

— ¡Cállate! —Se cubre el rostro totalmente sonrojado.

Yoongi suelta una ligera risa por primera vez desde que Jimin lo conoce, por lo cual, el menor descubre su vista sólo para apreciar la hermosa sonrisa del chico que incluso serio o enojado parece un ángel.

— Bueno, eso no importa —carraspea el pelirrojo, sin lograr que el sonrojo se esfumase por completo—. He pensado, no sabemos cuánto tiempo pasaras en mi casa, y sería muy incómodo no hablarnos, ¿no lo crees? —Yoongi se sentó lentamente en la cama, recargando su lastimado cuerpo en la cabecera de la misma—. Así que deberíamos aprovechar este fin de semana para conocernos. Yo te hago una pregunta y después tú a mi; pero sólo puedes contestar con la verdad. ¿De acuerdo?