Tienes un mensaje. [NamJin]

«ALOH»

Desconocido:
  » Hola, Seokjin.

Yo:
» ¿Hola? ¿Quién eres?

Desconocido:
» ¿Ya te interesa conocer a mi amigo?

[...]

La goma de las botas militares de Namjoon remuelen lo que queda del cigarrillo en la acera. Camina moviendo la cabeza al ritmo de alguna canción que se reproduce a través de sus audífonos; al llegar a la misma banca de un parque abandonado por la zona industrial de Seúl, se encuentra con dos de sus amigos.

— Buenos días, señoritos  —del bolso en sus hombros saca un enorme bote lleno de Cheetos—, les traigo el desayuno.

— Lo que necesito es un café —gruñe Yoongi, escondido tras unos lentes oscuros.

— ¿Y Jungkook?

— En la escuela, supongo —Hoseok toma las frituras y comienza a comerlas mientras habla con la boca llena—. Ese niño, de verdad logrará entrar a la universidad.

— Pérdida de tiempo —el pálido se levanta de la banqueta y se ajusta la pañoleta blanca que sostiene su cabello—. Tengo que entregar unas cosas, los veo después.

— ¡Ten cuidado! —Pide Seok mientras el mayor se aleja por la vereda del parque.

Namjoon ve atentamente cómo Suga desaparece del lugar, y una vez a solas, su sonrisa resurge de la nada cuando mira al azabache llenarse la boca de pequeñas bolitas sabor a queso y de color anaranjado.

— Hoseok, necesito que me acompañes a un lugar.

— ¿Ahora? —el mayor hace un puchero—. Pero soy una persona ocupada, además, hoy es viernes.

— Te conviene, yo sé lo que te digo.

[...]

Seokjin mira la pantalla de su celular atentamente. Aún no sabe qué debe contestar, pues se hace una idea clara de quién es el número desconocido que le ha mensajeado esa mañana. Suspira, y por estar distraído, su teléfono le es arrebatado de las manos.

— ¿Qué lees? —Jimin revisa los mensajes y sus pequeños ojos se abren lo más que pueden—, ¿estás ligando con alguien? Ewgh. Eso es como descubrir a tus padres teniendo sexo.

— Asco —chilla Taehyung.

— No estoy haciendo nada —jala la oreja del más bajo y recupera su teléfono—. Es un número equivocado.

— Ahí dice tu nombre —Jimin cubre sus orejas cuando el mayor le clava los ojos de manera amenazante.

Es la hora en que su horario termina y al fin son libres de regresar a casa, las cinco de la tarde y el fin de semana al fin comienza. Seokjin guarda su celular en el bolsillo trasero de su jean y olvida el asunto. Caminan por la acera camino a casa; Taehyung y Jimin vivían unas calles más lejos de la casa de Seokjin, por lo que caminaban a la parada de autobuses juntos.

— No importa —Seokjin frunce el ceño—, sigo muy enojado con ustedes. Ven estas ojeras  —se toca las bolsas bajo los ojos—, no dormí nada por cuidarles. ¡Claro! como su primer clase era a las once.

— Lo siento, de verdad no recuerdo haber tomado tanto —Taehyung muerde ligeramente su labio inferior, preocupado por no recordar nada de la dichosa fiesta.

— Chicos —susurra Jimin—, no miren ahora, pero hay dos tipos sexys atrás de nosotros.

Seokjin no hace caso a la advertencia de Jimin y voltea la cabeza por encima del hombro, encontrándose con una enorme sonrisa blanca enmarcada por unos gruesos labios. Siente que el estómago le duele y regresa la mirada al camino.