Octavo.

2.6K 239 80
                                    



Me alejé lo suficiente como para no escuchar lo que Justin tuvo que decirles, sólo volví a mirar de reojo, y ellos asentían sin mirarlo a los ojos.

 
 

Al ver que Justin trotaba hacia mi, me gire para ingresar a la secretaría y como estaba super distraída y con la mente en cualquier lado no volví a ver aquel tonto escalón.

 
Pero a diferencia de mi primer día por aquí, no caí.

 

Justin me había sujetado de la manga del uniforme y me había traído hacia él. Yo me sonroje inevitablemente y trague fuerte por el esfuerzo de no mirar sus carnosos labios carmín.


Él también bajo su mirada hacia mis ojos, la diferencia de altura era considerable, y momentáneamente el aire se hizo espeso. El calor se hizo más tedioso, y la secretaría parecía estar en llamas.

 

Pero éramos sólo nosotros, lo presentía, miré sus ojos color miel y solté un suspiro.

"Que lindos ojos tienes." Le dije.

 
El pareció salir de su ensoñación, y carraspeo.

 

"Los tuyos también. Pero deberías tenerlos más abiertos, no queremos que otras de esas estrepitosas caídas suceda ¿no?" Respondió soltándome lentamente, como si quisiera disfrutar del camino que sus brazos hacían desde mi cintura hasta mis manos, donde finalmente me soltó.


Solté una risita nerviosa, realmente nerviosa.

"Suelo ser bastante torpe, casi todo el tiempo."


"Es por eso que quería hablar contigo Zea." Dijo haciendo el espacio entre nosotros considerablemente grande, situándose atrás del escritorio.


"¿Porque soy torpe?" Dije frunciendo el ceño.

 

"No, claro que no." Soltó una risa. "Es que quería saber como te va la integración con el resto del grupo."

"Bueno... bien creo, ¿ por qué debería ir mal?"

 
"Bueno Zea, a veces los chicos son un poco rudos y más si eres una chica." Dijo sin mirarme a los ojos.

"Si... entiendo esa parte, lo que en realidad no entiendo es por qué estoy aquí sola, siendo que hay otra chica ahí afuera." Me crucé de brazos, realmente no entendiéndolo.



"He estado observando a ambas, y la cadete Rodríguez tiene un nivel de integración más alto que tú."

 

A estas alturas no me sorprendía, cualquiera tenía un nivel de integración más alto que yo.

"Ah." Como no tenía nada que decir contra eso, sólo me quedé callada.

 

"También quería saber como vas afrontando el uhm, cambio de reglas." Dijo extrañamente.


"¿Bien? De hecho no se a que se refiere." Bajé la cabeza jugueteando con mis dedos.
  

 

"Como te he dicho, te he estado observando, digo, observo a todos, pero he estado enfocándome más en Rodríguez y tú." Salió de detrás del escritorio. "Y he visto que te has familiarizado con el cadete Waldorf, ¿ o me equivoco?"

As a soldier © Where stories live. Discover now