Capítulo Diecinueve.

11.5K 629 30
                                    

- Vamos, Ale, una vez más - Insiste Raúl con la guitarra en sus brazos, sin parar de tocar.

- ¿Otra? - Pregunto, apoyando el instrumento y destensándome por completo - Espera un poco, Ra. Estoy cansadísima.

- ¡Pero si nos está quedando perfecta! - Sonríe para darme ánimos. - Solo una más.

Al final le hago caso, tocando por última vez una de las canciones que más le gustan a mi mejor amigo.
Aunque le dije que estaba enamorada de otro, no ha cambiado nada de nada en nuestra relación, ¡menos mal! Me encanta tenerle conmigo y que podamos pasar tiempo juntos. Mis sentimientos son para otra persona, pero mi Raúl siempre ocupará un gran espacio en mi corazón.

Una media hora después, por fin me deja parar.

- Vale, campeona - Se acerca a mí, besándome en la mejilla - Ahora cuéntame las novedades de tu chico misterioso.

- ¿En serio, Ra? - Hago un mohín para que no siga preguntando. Sería egoísta por mi parte decir lo feliz que enamorada de otro sabiendo que él siente cosas por mí.

- Pues si, Ale. Ya hace un mes que me contaste, tengo ganas de saber quien es, es mi derecho como mejor amigo tuyo.

- Pero si eso es lo de menos... puede ser cualquiera, Raúl. De verdad, no me hagas decírtelo.

- Veamos... - Mira al cielo, torciendo la boca. - Si no quieres decírmelo es por que le conozco, ¿verdad?

- No - Miento mirando para otro lado.

- No me engañas, te conozco desde hace demasiado años, ¿es alguien de clase? Es raro... nunca te he visto hablando con nadie.

- ¡Para! - Río, pegándole un empujón. - ¡No lo sabrás nunca!

- Oh, créeme que si. Es un reto para mí, debo descubrirlo. Es de tus clases de piano, porque en guitarra... tampoco hablas con nadie que no sea yo.

- A clase de piano solo va un chico, y tiene pareja. - Se me escapa, ¡no! Parece que le estoy dando pistas. Decido cerrar la boca y no decir ni una palabra más.

- Pues me dejas sin opciones, Ale. - Suspira - Quizá lo hayas conocido por internet, no sé, eres muy rara.

- No lo soy, el único raro aquí eres tú... - El ríe, dándome la razón.

- Ambos somos raros - Concluye. - Pero de verdad, Alejandra. Solo quiero saber quien es para avisarle, decirle que nadie te puede hacer daño sin esperar represalias por mi parte.

- Oh, vamos...Ra. Sé defenderme sola, no te preocupes. Vamos a tocar otra canción, quiero enseñarte algo.

- ¿Ahora me cambias de tema?

- ¡Calla y escúcha! - Suelto una nueva carcajada por su expresión y cojo la guitarra. - A ver qué te parece.

Asiente, mirándome atento, y yo empiezo a cantar acompañándome con la melodía de mi querida guitarra.

- No sé porqué me gusta así, tenerte tras mi espalda, pintándome palabras... - Raúl me mira sorprendido, ya que nunca había oído esta canción. Ni yo misma estaba segura de cantarla todavía. Noto una nueva presencia, Mateo nos mira atento apoyado en la puerta. - Dí que todo esto, tan solo es un vendabal, y me haré cometa. Dí que todo esto, es una peli de acción, y arriesgaré la vida...

- ¿Es nueva, no? - Pregunta mi amigo, yo asiento.

- Es preciosa, Alejandra - Mateo se acerca a nosotros cuando he terminado. - No te la había oído cantar nunca.

Quiéreme si te atreves.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora