Amor Enjaulado Ver.DaeJae

Capítulo 4: Pasado

Unas cuantas horas pasaron y la mañana del sábado amaneció. YoungJae se despertó en la gran cama donde se había quedado dormido la noche anterior, ahora preguntándose ¿cuánto tiempo había sido desde que había dormido tan bien luego de tener sexo con alguien? Cuando trató de recordar los eventos antes de ese minuto, sus recuerdos se dispersaban y se iban volando, flotando justo más allá de su entendimiento. Aunque los vestigios del rostro de ese hyung desconocido pero seductor y las marcas alrededor de sus caderas y su cuello eran una elocuente muestra que expresaban lo que había ocurrido, sin olvidar el dolor que aparecía ahora alrededor de su cuerpo o más precisamente en su baja espalda.

La persistente desesperación y el propio odio que había estado con él hasta el día anterior mágicamente parecían haber desaparecido con la luz de la mañana. Aunque ahora sentía una sensación de indignación y frustración que rodaba por todo su cuerpo y que se relacionaba con él siendo tratado prácticamente como un muñeco por ese sujeto extraño que parecía habérselo comido

"De ninguna manera", pensó llevando una mano sobre su cabeza despeinándose, sin ser capaz de moverse de esa cama, buscando motivos para sus propias acciones, "Eso tiene que haber sido parte de la ebriedad... ni que realmente dejara que alguien me hiciera eso en mis cinco sentidos", su mente trataba de darle una explicación más racional considerando que había estado bebiendo y que no era ciertamente una persona sumisa, "si debes ser por la ebriedad... a fin de cuentas uno pierde razón de sí mismo cuando se emborracha", el bourbon no le había sentado bien al parecer siendo un licor caro al que no estaba acostumbrado; de una forma era una excusa deplorable sin embargo solo así podía explicar que había actuado como un sumiso delante de otro hombre

Fue justo en ese momento que notó el movimiento a su lado derecho. De pie dándole la espalda a la cama estaba el hyung misterioso... "AUN" en la habitación. YoungJae abrió los ojos enormemente, deduciendo a la velocidad de la luz que al parecer había estado compartiendo el sueño con él en esa cama donde estaba todavía recostado. Pensando en ello tragó con dificultad y totalmente incómodo sin saber si hacer o decir algo, "todavía está aquí... ahora ¿Qué mierda hago?", pensó despertándose en un segundo, ya que era obvio que si estaba en la habitación aún era porque esperaba que él despertara. Aunque parecía aún no darse cuenta de que ya lo había hecho puesto que se mantenía de espaldas a YoungJae, mientras se miraba en el espejo y enrollaba su corbata cerca de su cuello de forma elegante.

Antes de que YoungJae pudiera volver a respirar, fue sorprendido por la voz de su desconocido - ¿Estas despierto? – había preguntado hacia YoungJae, quien ya estaba con sus ojos sobre él, asimilando que realmente lo habían hecho y se mantenían en el mismo lugar como si nada. Cuando lo vio girarse para observarlo YoungJae tuvo que contener la respiración y sus incongruentes reclamos; ante los ojos del menor, y de día, el hyung desconocido lucía aún más perfecto y tentador de lo que había lucido la noche anterior. Su postura denotaba un encanto maduro a pesar de que se veía más joven, sin embargo sin duda debía ser alguna especie de hyung tal como él mismo había dicho

"No puedo creer que un tipo así estuviera conmigo anoche cuando estaba en mi peor momento...", pensó YoungJae algo incómodo, más considerando que en su vida había estado con alguien que se viera así de misterioso y encantador. No es que los hombres con los que había salido en el pasado no fueran atractivos, porque ¡Hey!, era Yoo YoungJae y no salía con cualquiera, sin embargo todos eran hombres de un rango socioeconómico más como el suyo, por ejemplo YongNam, él tenía lo suyo, pero a pesar de ello era una persona simple y de clase media, además su mirada no tenía ese tinte hipnotizante que tenía la del sujeto que estaba en ese momento junto a él.

Fue entonces que YoungJae se encontró con la mirada del hombre recordándole que éste sabía que estaba ahí y que no era invisible, eso le llevó a jalar las sábanas hacia su cabeza para esconderse patéticamente casi y evitar la vergüenza que sentía por ser visto de esa manera tan expuesta y poco de él, algo a lo que no estaba acostumbrado ni con YongNam ni con nadie más, incluyendo en eso a sus cercanos.