Transformación ( Libro #1 del Diario de un Vampiro )

Once

Caitlin advirtio que la velocidad disminuia de nuevo y que comenzaban a bajar. Abrio los ojos pero no pudo reconocer ninguno de los edificios que veia abajo. Le dio la impresion de que estaban en la zona norte, tal vez en algun lugar del Bronx.

Al descender volaron sobre un pequeño parque. A Caitlin le parecio ver un castillo a lo lejos. Cuando se acercaron mas, se dio cuenta de que, efectivemente, se trataba de un castillo. ¿Pero que hacia ahi en la ciudad de Nueva York?

Caitlin hurgo en su mente y de pronto se percato de que ya habia visto aquel edificio antes. Fue en una postal, en algun lugar... Si, era una especie de museo o algo asi. Conforme bajaban por la pequeña colina y volaban sobre los terraplenes y los pequeños muros medievales por fin lo recordo: eran los Claustros. Se trataba de un pequeño museo que habia sido traslado desde Europa piedra por piedra. Tenia varios siglos de antiguedad.

Bajaron lentamente sobre la muralla exterior y llegaron a una amplia terraza de piedra que tenia vista hacia el rio Hudson. Descendieron en medio de la oscuridad, y a pesar de ello, el vampiro toco la piedra con enorme gracia para despues bajar a Caitlin con suavidad.

Caitlin se quedo ahi admirandolo. Lo observo con mucho cuidado para asegurarse de que fuera real; lo contemplo con la esperanza de que no desapareciera y de que continuara siendo tan bello como la primera vez que lo vio.

Lo era. Sí acaso, lo era aún más que antes. Miro a Caitlin con sus grandes ojos color café y ella se perdió en su mirada.

Había muchas preguntas que Caitlin quería hacerle, pero no sabía por donde empezar. ¿Quién era? ¿Por que podía volar? ¿Era un vampiro? ¿Por que arriesgo su vida para salvarlo? ¿Para que la llevó a los Claustros? Y lo más importante: ¿Todo lo que ella había visto esa noche acaso era una salvaje alucinacion, o los vampiros existen realmente y vivían en Nueva York? ¿Era ella un vampiro?

Caitlin abrió la boca para hablar ,pero lo único que pudo decir fue:
-¿Por que estamos aquí?

Sabía que era una pregunta estúpida desde que la articulo, y se odio por no preguntar algo más importantes. Sin embargo estando ahí en una noche fría de marzo, con el rostro adormecido, era lo mejor que podía hacer.

El vampiro solamente la miro. Caitlin sintió que aquella mirada le pasaba el alma; era como sí pudiera ver a través de ella. Aquella mirada parecía indicar cuanto le podría revelar.

Por fin después de lo que parece una eternidad abrió la boca para hablar. Pero, en ese momento, se escucho una voz y ambos voltearon:

-¡Caleb!

Era un grupo de hombres ¿O vampiros? Todos vestian de negro y se dirigian directamente a ellos. Caleb volteo y los enfrento.

Caleb. Le gusto.

-No nos avisaron de  tu llegada -dijo con profunda seriedad un hombre que estaba en medio de los demas.

-No fue anunciada -respondio Caleb sin aspaventos.

-Entonces tendremos que ponerte bajo custodia -dijo el hombre, y luego les hizo una señal a sus acompañantes, quienes rodearon a Caleb y a Caitlin-. Son las reglas.

Caleb asintio sin mostrarse sorprendido. El hombre que habia hablado se quedo examinando a Caitlin. Ella percibio su desaprobacion en aquella mirada.

-Sabes que no podemos dejarla pasar -le dijo el hombre a Caleb.

-Pero la dejaran -contesto Caleb con contudencia. Miro otra vez al hombre con la misma determinacion. Era un enfrentamiento de voluntades.

El hombre se quedo de pie, vacilante, y Caitlin lo noto. Al enfrentamiento siguio un prolongado e incomodo silencio.