Diez

5K 335 103
                                    


Lydia POV

Me desperté y me di cuenta que no estaba en mi habitación. Estaba en mi salón, aunque no sabía por qué. Abrí los ojos y vi que en el otro sofá estaban Scott y Allison, dormidos. Un momento... ¿y Stiles? Entonces me di cuenta donde tenía mi cabeza apoyada. Con cuidado moví un poco la cabeza hacia arriba y confirmé mis sospechas: mi cabeza estaba en las piernas de Stiles, que seguía profundamente dormido. Rodé los ojos divertida y me levanté con cuidado, para no despertarle. Me dirigí a la cocina a preparar un buen desayuno para todos, porque no pensaba dejarles irse con el estómago vacío. Poco a poco fui recordando lo sucedido ayer: las pelis, el karaoke... Need you now. Recordaba lo nerviosa que me había sentido al principio y como poco a poco gracias a Stiles gané confianza. Stiles me hacía ser más segura, eso estaba claro. Al igual que esta extraña conexión que tenemos. Lo primero que pienso al despertarme es en Stiles, mal Lydia, muy mal.

Decidí concentrarme en el desayuno. Iba a preparar unas tostadas con mermelada, aunque hubo un problema. El pan estaba guardado en un armario un poco alto y por más que me estiraba, no lograba alcanzarlo. Desearía ser un poco más alta. Por última vez, me estiré todo lo que pude para cogerlo. Aunque alguien se me adelantó. Sentí un cuerpo detrás de mí, que me rozaba levemente. Estiró su brazo rozando mi mano y cogió el pan sin problema. No tenía que girarme para saber quién era. Pero lo hice. Mi mirada se encontró con esos ojos avellana tan frecuentes en mi visión estos días.

—Stiles. —Susurré. — ¿Qué haces levantado ya? ¿Scott y Allison?

—Siguen durmiendo en el sofá, me he levantado con cuidado. —Lo mismo que yo, pensé. —Y me he levantado y he visto que no estabas y oía ruidos en la cocina y aquí estoy. ¿Problemas para coger esto? —Dijo separando su brazo con el pan de mí y enseñándomelo.

—Sí, soy algo bajita.

— ¿Algo? —Dijo levantando una ceja.

—Bueno vale, bastante, pero yo no decidí ser así. —Stiles seguía sin separarse de mí y eso me estaba poniendo muy nerviosa. ¿Lo notaría? —Aunque dicen que a los chicos les gustan las chicas bajitas.

—Totalmente cierto. La estatura perfecta es cuando la cabeza de la chica llega al pecho del chico, justo donde el corazón, o eso dicen. —Recordé el día en el centro comercial y nuestro abrazo. Era exactamente como lo había descrito. —Pero no te creas todos esos tópicos. También dicen que preferimos a las rubias de ojos azules y en mí caso no es así.

—En mi caso tampoco, prefiero a chicos que parezcan más... reales. Me encantan los morenos. —Mierda, no debí haber dicho eso.

—Interesante. —Dijo sonriendo, mientras acariciaba su pelo oscuro. — ¿Quieres que te ayude con el desayuno?

—Claro. —De repente él se acercó y me dio un beso en la mejilla. Yo me sonrojé. — ¿Por qué has hecho eso?

—En mi familia es tradición dar un beso de buenos días. Bueno, lo era. Mi padre y yo solemos darnos un abrazo. Era mi forma de darte buenos días.

—Eso ha sido... muy dulce por tu parte. —Dije aún en shock. Él se había girado ya y había metido el pan en el tostador, así que decidí moverme y hacer algo para no parecer idiota.

Una vez terminado, llevamos el desayuno al salón, donde se encontraban unos ya despiertos Scott y Allison.

—Buenos días pareja. —Saludé yo.

—Buenos días chicos. —Respondieron ellos. — No quiero parecer borde ni nada de eso pero... ¿qué hacemos aquí? —Preguntó Scott.

—Cuando terminamos el karaoke y pretendíamos irnos, en la calle llovía demasiado y Lydia ofreció su casa. Y por eso hemos dormido aquí. —Aclaró Stiles.

More than one step || Stydia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora