Life Note

XXV: Near

—¿Esta será la dirección? —preguntó Kaori.

—No lo dudo.—respondió Hyde—Esta es.

Los jóvenes miraban impresionados un imponente rascacielos que Kaori creía oficinas de una empresa.

—Bueno, será mejor entrar.—La afirmación de Kaori sonaba como otra duda; sentía una gran emoción recorriendo todo su cuerpo. Iba a conocer a L, del que todos hablaban. Iba a tener el privilegio de ver cómo es que lograba atrapar al nuevo Kira. Kaori no dudaba ni un poco, por algo L era conocido como el mejor detective del mundo. Tenía miles de casos resueltos, entre ellos el del primer Kira.

¿Qué sería L, hombre o mujer? Ella y Hyde lo sabrían.

Kaori se dirigió a la entrada, Hyde caminaba detrás de ella con dos pasos de distancia. En el primer piso había una recepción, un hombre de traje los esperaba sentado en una silla.

—Ah, hola Saviour—el hombre dijo, con tono muy alegre—, y amigo de Saviour, bienvenidos.

Kaori se decepcionó, ¿Ese hombre era L? Ella no lo imaginaba así. Cuando él se acercó ella pudo percatarse de que lo había visto antes.

—Te llamas Matsuda Touta, ¿Verdad?—dijo Kaori.

—Oh, sí.

 —Vi tu entrevista en Voces Sobrenaturales. Eres agente de policía.

Matsuda sonrió complacido.

—Aaaaasí es.

—¿Tú eres L?

—¿Eh? Oh, no, para nada. Yo sólo estoy aquí para ayudar a L.

—En la entrevista dijiste que cuando trabajaste con L él sólo te dio instrucciones por medio de una computadora.

—A veces se debe mentir. Sé que no es algo correcto, pero habría mucho lío si digo por televisión que lo conozco físicamente.

—Buen punto.

Matsuda volvió a sonreír.

—Antes de conocer a L por favor pongan sus pulgares aquí. Matsuda sostenía algo que parecía la pantalla de una tablet—Después los llevaré al elevador, donde el sistema escaneará sus ojos. Todo esto es seguridad.

Kaori y Hyde pusieron la huella digital de sus pulgares ahí y después fueron al elevador, donde una pequeña pantalla pasó una especie de láser por sus ojos y después emitió un leve pitido.

—Todo en orden. —dijo el agente Matsuda—Ahora sí, subamos.

Subir por el elevador fue para Kaori algo eterno. La emoción y el miedo de conocer a L se intensificaban.

—Kaori.— Hyde la miró tratando de transmitirle calma. Ella le había apretado el brazo levemente, canalizando lo que sentía.

Al salir del elevador se encontraron con una habitación muy amplia y futurista. Había bastantes computadoras, una de ellas contaba con una pantalla grandísima; era ocupada por una chica de coleta alta. Sentado en el suelo, un adolescente de rostro infantil jugaba con una ciudad a escala. Pero no era sólo una ciudad a escala; era enorme para ser sólo eso. Era más bien un estado a escala. Había trenes en miniatura, ciudadanos, casas, parques. A la derecha del joven había pequeños trozos de madera y artículos para manualidades. Al parecer ese chico había construido toda esa maqueta. Kaori miró con curiosidad la forma en la que estaba sentado; abrazaba su pierna derecha doblada frente a su pecho y la izquierda permanecía en el suelo.