Capítulo49

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Esta historia está publicada en papel por el equipo Penguin Random House grupo editorial. Puedes encontrarlo en diferentes países (explicados en un capítulo especial) y también vía Amazon. 


Mark terminó perturbándome tanto respecto a Cailín que decidí trabajar con él hasta que terminara el mes y para eso falta aproximadamente dos semanas. Puedo hacerlo, no es necesario decirle a Cailín, ahora seré más cauteloso e intentaré ir a todos los entrenamientos con Anthony.

- Tienes una entrega a las diez de la noche en el bar de Quentin –Me dijo Mark en cuanto llegue a su oficina. Había dejado de molestar a Cailín.

- Bien –Dije sin más. El bar de Quentin era un lugar fácil, ningún maldito policía se iría a meter ahí.

- Debes saber que es una gran cantidad de dinero, ahí está lleno de drogadictos que huelen la cocaína y querrán que les vendas, no lo hagas. Hay un tipo en específico.

- ¿Cuánto lo espero?

- El tiempo que sea necesario.

- No seas estúpido, no voy a estar horas ahí sentado esperando que llegue un idiota. Dile que sea puntual.

- Está bien –Dijo sin más.

Vi a Cailín en el instituto, pero le dije que tenía cosas que hacer así que no podría verla afuera. Ella aceptó con confianza, realmente ella confiaba en mí y estoy pudriéndome por dentro fallándole cada día más.

A las diez en punto estaba estacionado afuera del bar en uno de los autos de Mark, jamás prestaría mi auto para estas cosas, pueden marcar la patente y no me arriesgaré a eso. Entré al bar con el maletín en mi mano, algunas personas me miraron, pero solo los ignoré. Mark fue claro al decirme que el tipo se presentaría como "Soy Frank" Me entregaría el dinero, yo el maletín y luego se iría, pero los problemas siempre acechan.

- Hola Caín –Escuche a mi lado. Volteé la cabeza reconociendo esa voz, era Kendall.

- ¿Qué haces aquí? –Le pregunté algo choqueado, iba arruinar todo.

- Vine con un tío que llegó de Italia, estoy acompañándolo porque no sabía dónde quedaba éste bar.

- No deberías estar aquí –Le dije de pronto.

Ella frunció el ceño, luego de unos minutos se acercó un hombre, miró a Kendall.

- Éste es mi tío –Lo presentó.

- Soy Frank –Extendió mi mano. Trague saliva mirándolo, maldición. Me puse de pie algo exaltado.

- Frank, ven –Le dije. Kendall frunció el ceño, pero no nos siguió.

- ¿Eres Caín? –Me preguntó. –Vengo a buscar lo que me mandó Mark.

- Soy yo –Dije. -¿Eres el tío de Kendall?

- Así es, eso no importa ¿Dónde está todo?

- Aquí –Señalé el maletín. – ¿Y el dinero?

El tipo me pasó una mochila y la abrí de inmediato, vi todo el dinero y luego la cerré mientras la colgaba en mis hombros.

- Aquí está todo –Le extendí el maletín.

- Bien, dile a Mark que lo estaré llamando.

- Bien, adiós –Salí del lugar rápidamente, Kendall me observó fijamente, pero no hice nada al respecto.

Llegue a la oficina de Mark, puse la mochila con el dinero encima de su escritorio y me quedé ahí.

- ¿Cómo te fue? –Me preguntó.

CAÍN © #1 EN LIBRERÍASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora