CAÍN © #1 EN LIBRERÍAS

Capítulo 56

Esta historia está publicada en papel por el equipo Penguin Random House grupo editorial. Puedes encontrarlo en diferentes países (explicados en un capítulo especial) y también vía Amazon. 

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- No seas irónico -Lo miré.

Él encendió el motor de su auto y luego anduvimos por la carretera dirigiéndonos a su casa.

- Lo único que te pido es que seas totalmente sincera conmigo porque yo lo seré contigo.

- Lo seré -Asentí.

Cuando llegamos a su casa, se estacionó y luego nos bajamos. Sacó las llaves de su bolso y abrió. Su casa era bastante acogedora.

- ¡Mamá, Tyler llegó! -Escuché la voz de un niño, luego lo vi. Tyler sonrió mirándome. El niño venia corriendo hacia él, pero en cuanto me vio se detuvo y se devolvió.

- Le dio vergüenza -Dijo Tyler mirándome,

Nos acercamos al living, ahí estaba su madre sentada en un sillón con muchas fotos a su alrededor, nos quedó mirando a ambos y luego sonrió amable, se puso de pie y besó mi mejilla.

- Ella es Cailín, una amiga.

- Mucho gusto -Me dijo la señora, que parecía ser bastante joven.

- Ven aquí -Dijo Tyler a su hermano. Él niño corrió y Tyler lo tomó en sus brazos. -Ella es Cailín, Cailín él es Jayden.

- Hola Jayden -Le sonreí y él me sonrió de vuelta. Se parecía tanto a Tyler, pero en miniatura.

La verdad es que estuvimos compartiendo toda la tarde con Jayden que tomó confianza luego de un rato y con su madre quien no dejaba de contarme historias. Me hicieron una tarde muy grata y llena de sonrisas. El ambiente en ese hogar era muy liviano y agradable.

CAÍN.

De aquel día en adelante todo se ha pasado muy lento. Mis días han sido ir al instituto, luego a entrenar y dormir. He visto poco a los chicos y a mi padre todavía no le aceptan las visitas, me estoy cansando.

No niego que me he estado comportando como un idiota con Cailín dentro de estas últimas semanas, pero no me sale nada más de adentro. No deseo tenerla cerca de mí en éste momento y espero no arrepentirme en un futuro.

Me molestó bastante ver ese día llegar a Cailín con un tipo llamado Tyler supuesto amigo de Dante. La verdad me ardieron las venas, pero no hay nada más aquí dentro de éste puto cuerpo que orgullo.

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Mis nudillos estaban llenos de costras por todos los entrenamientos que había hecho sin guantes. Anthony me obligaba a usar vendas y yo pocas veces obedecía, pero hoy dolían tanto mis manos que por obligación tuve que usar las benditas vendas.

Golpee tanto el saco de boxeo que Anthony me detuvo en seco poniéndose en frente de mí.

- ¿Qué sucede contigo? -Me preguntó mirándome fijamente.

- Nada ¿Por qué? -Me senté en un banco y destapé la botella de agua.

- Estás diferente.

- Estoy igual que siempre.

- ¿Has hablado con tu padre?

- Si, un par de veces -Respondí sin más mirando las vendas de mis manos.

- ¿Y Cailín? -Se sentó frente a mí. Escuchar su nombre me hacía sentir algo extraño dentro de mi pecho, pero trague todo tipo de sentimiento.